29 de octubre – Día Mundial del ACV

120 MIL ARGENTINOS SUFREN UN ACV ANUALMENTE

En Argentina, se estima que unas 120.000 personas sufren un Accidente Cerebro Vascular (ACV) cada año, que además es causa de unas 40.000 muertes.

Un accidente cerebrovascular es una emergencia médica crítica que resulta de la interrupción del flujo sanguíneo hacia el cerebro. Es fundamental solicitar tratamiento médico de inmediato y obtener atención médica de emergencia rápidamente, puede reducir el daño en el cerebro y otras complicaciones que genera un accidente cerebrovascular.”, explica el Dr. Marcelo Cáncer, cardiólogo de OSPEDYC.

Un ACV puede suceder por dos grandes causas:

  1. Isquemia cerebral: se ocasiona por la obstrucción de una arteria que lleva flujo de sangre al cerebro y se obstruye o reduce. Esto evita que el tejido del cerebro reciba oxígeno y nutrientes. Las neuronas cerebrales comienzan a morir en minutos y es la causa del 85% de los acv.
  1. Hemorragia cerebral: se produce cuando un vaso sanguíneo del cerebro tiene un derrame o se rompe y causa un sangrado. La sangre aumenta la presión en las neuronas cerebrales y las daña.

Algunos de los factores de riesgo –comenta EL Dr. Cáncer–, son: tener más de 55 años, tener antecedentes familiares o antecedentes personales de enfermedad cardiaca. En otro orden de posibilidades, otros factores de riesgo son: fumar, tener hipertensión arterial, sobrepeso, sedentarismo, colesterol alto (dislipemia), diabetes no controlada, consumo excesivo de alcohol, drogas de abuso y apneas del sueño. 

Entre los síntomas que encontramos: 

  • Dificultad para hablar y entender lo que otros están diciendo: una persona que tiene un accidente cerebrovascular puede sentir confusión, arrastrar las palabras al hablar o no entender el habla.
  • Entumecimiento, debilidad o parálisis de la cara, del brazo o de la pierna: a menudo, esto afecta solo un lado del cuerpo. Si un brazo comienza a caer, puede ser un signo de accidente cerebrovascular. Además, un lado de la boca puede caerse cuando trate de sonreír.
  • Problemas para ver en uno o ambos ojos: la persona puede tener visión borrosa ensombrecida, repentina en uno o ambos ojos, o incluso  ver doble.
  • Dolor de cabeza: un dolor de cabeza repentino de aparición súbita y muy intenso puede ser síntoma de un accidente cerebrovascular. El dolor de cabeza puede ocasionar vómitos, mareos o un cambio en el estado de consciencia.
  • Problemas para caminar: una persona que tiene un accidente cerebrovascular puede tropezar o perder el equilibrio o la coordinación.

Si se detecta alguno de estos síntomas en uno mismo u otra persona, se debe llamar inmediatamente a un servicio de emergencia, no hay que esperar a ver si los síntomas pasan. “Cada minuto cuenta”, asegura el Dr. Cáncer.

El diagnóstico incluye un examen físico e interrogatorio, pruebas de imágenes, tomografía o resonancia de cerebro. Esto sirve para determinar la causa del ACV.

El tratamiento del ACV varía según su tipo:

  • ACV Isquémico: es vital recuperar el flujo de la arteria afectada.  La terapia trombolítica que implica la administración de medicamentos para disolver coágulos, es más efectiva cuando se administra en las primeras horas después del inicio de los síntomas. En algunos casos, se pueden realizar procedimientos de angioplastia (trombo aspiración).
  • ACV Hemorrágico: el objetivo terapéutico es incluir medidas para controlar la presión arterial, cirugía para reparar el vaso sanguíneo dañado o drenaje del sangrado en el cerebro.

A veces, un accidente cerebrovascular puede causar discapacidades temporales o permanentes. Las complicaciones dependen de cuánto tiempo quede el cerebro sin flujo sanguíneo y qué partes se vean afectadas. Entre las complicaciones se encuentran:

  • Pérdida de movimiento muscular o parálisis: puede que se tenga parálisis en un lado del cuerpo. O bien se puede perder el control de ciertos músculos, como aquellos que se encuentran en un lado de la cara o un brazo.
  • Problemas para hablar o tragar: un accidente cerebrovascular puede afectar a los músculos de la boca y la garganta. Esto puede causar dificultades para hablar con claridad, tragar o comer, y también complicaciones con el lenguaje como:  hablar,  entender el habla, leer o escribir.
  • Pérdida de la memoria o dificultad para pensar: muchas personas que tuvieron un accidente cerebrovascular padecen cierto grado de pérdida de la memoria y otras pueden tener dificultades para pensar, razonar, opinar y comprender conceptos.
  • Síntomas emocionales: las personas que tuvieron un accidente cerebrovascular pueden tener problemas para controlar sus emociones o pueden desarrollar depresión.
  • Dolor: se puede presentar dolor, entumecimiento u otras sensaciones en las partes del cuerpo afectadas por el accidente cerebrovascular. Si un accidente cerebrovascular hiciera que se pierda la sensibilidad en el brazo izquierdo, se podría desarrollar una sensación de hormigueo en ese brazo.
  • Cambios en la conducta y el autocuidado: las personas que tuvieron un accidente cerebrovascular pueden volverse más introvertidas. Además, es posible que necesiten ayuda con su aseo personal y las tareas diarias.

“Debemos recalcar que el ACV es una emergencia médica que requiere atención inmediata. La educación sobre los síntomas, los factores de riesgo y la intervención rápida es vital para mejorar los resultados y reducir la morbilidad asociada con esta afección. La prevención, a través del manejo de factores de riesgo, es fundamental para reducir la incidencia de ACV”, finaliza Cáncer.

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