Luego de que Boca quedara eliminado de la Copa Libertadores por penales (3-1) por el conjunto brasileño, se registraron incidentes en la zona de vestuarios del estadio Mineirao, de Belo Horizonte, entre la policía local, que lanzó gases lacrimógenos y los jugadores de Boca Juniors.
A través de las cadenas televisivas y en las redes sociales se ve cómo varios integrantes del plantel lanzan objetos contra la policía en respuesta a la agresión y cómo algunos jugadores muestran los efectos de los gases.
Lisandro Lopez, dentro del campo junto a otros compañeros que reingresaron por la agresión policial, mostraba la molestia en su rostro por los gases, igual que el juvenil Alan Varela, éste a metros del vestuario boquense. «Los incidentes se iniciaron porque un delegado de Conmebol denunció una agresión y después se debieron utilizar los gases lacrimógenos para disuadir la situación», justificó lo sucedido el miembro de las fuerzas de seguridad locales, Santiago Mayor.
Ese comienzo de los disturbios se produjo cuando los futbolistas fueron a los pasillos del vestuario a reclamarle al árbitro uruguayo, Esteban Ostojich, quien a instancias del VAR anuló un gol de Marcelo Weingandt a los 17 minutos del segundo tiempo, y luego la policía empezó a lanzar gases hacia la zona del ingreso del vestuario visitante.
Por su parte, el presidente de Atlético Mineiro, Sergio Coelho, lanzó una botella de agua a los jugadores de Boca que estaban del otro lado del vestuario en el medio de un caos general. El máximo dirigente del club local hace cinco días se quejó del lugar adonde fue destinada la dirigencia brasileña en la Bombonera, en ocasión del partido anterior, también en la demora que tuvo el plantel en los testeos y anticipó que «ellos -por el plantel de Boca- serán recibidos de la misma forma» en que los recibieron.
En la misma filmación se ve como el integrante del Consejo de Fútbol, Raúl Cascini, estuvo a punto de pelearse con un agente del orden, mientras que detrás suyo trataban de contener la situación su compañero de directiva, Jorge Bermúdez, el técnico, Miguel Russo, y el ayudante de campo, Leandro Somoza.
Finalmente ellos tres, junto a los futbolistas Javier García, Carlos Izquierdoz y Marcos Rojo, el ayudante de campo Leandro Somoza y el mencionado Cascini quedaron imputados por los incidentes. Toda la delegación debió trasladarse a prestar declaración a una comisaría.