El diez pasó la revisión médica y visitó el estadio donde juega el París Saint Germain, mientras se espera por la firma del contrato que lo unirá al club francés hasta 2023-, luego de una verdadera revolución en las calles de la capital gala, donde los fanáticos desean concretar el sueño de ganar la primera Liga de Campeones de su historia de la mano del rosarino.
El argentino apareció con una remera blanca con la leyenda «Ici c’est París» (Acá es París) y saludó tímidamente desde lejos a los hinchas presentes en la zona cercana al estadio Parque de Los Príncipes, que lo esperaron durante más de cinco horas, según se vio a través de la señal ESPN.
«Messi, Messi, Messi», se sintió durante varios minutos tras observar la llegada del auto a las instalaciones. Sin embargo, rápidamente, en una caravana similar, lo metieron en una camioneta y se movió al lujoso hotel Royal Monceur, a metros de la avenida Champs Elyseés y del Arco del Triunfo, una de las zonas más importantes y costosas de París, antes de asentarse en una casa de la zona céntrica con Antonella y sus tres hijos, Mateo, Thiago y Ciro.
Messi pasó temprano los estudios médicos y posteriormente hizo un breve movimiento de la clínica al estadio y de ahí a su hogar momentáneo, siempre acompañado con su padre, Jorge, que temprano se enfrentó a la prensa catalana y apuntó contra los dirigentes de Barcelona.