El último soldado estadounidense ha salido de Afganistán, anunció el Pentágono el lunes, dejando el país en manos de los talibanes, sus enemigos de 20 años, al final de la guerra más larga en la historia de Estados Unidos. “El último avión C-17 despegó del aeropuerto de Kabul el 30 de agosto” a las 19H29 GMT, declaró el general Kenneth McKenzie en una conferencia de prensa.
El comandante de las fuerzas militares estadounidenses en el terreno en Afganistán y el embajador de Washington fueron los últimos en abordar el vuelo de evacuación final, dijo el jefe del Comando Central de Estados Unidos.
“En el último avión que salió estaba el general Chris Donahue, el comandante de la 82 División Aerotransportada, y mi comandante de la fuerza terrestre allí”, dijo McKenzie a los periodistas en el Pentágono.
Horas antes de la fecha límite fijada por el presidente Joe Biden para cerrar el último puente aéreo y poner así fin a la guerra de Estados Unidos, aviones de transporte de la Fuerza Aérea sacaron del aeropuerto de Kabul al contingente restante de tropas. Miles de soldados habían pasado dos semanas angustiosas protegiendo un apresurado y arriesgado puente aéreo para decenas de miles de afganos, estadounidenses y otras personas que intentaban escapar de un país gobernado de nuevo por los militantes talibanes.
Al anunciar la finalización de la evacuación y del esfuerzo bélico, el general Frank McKenzie, jefe del Comando Central de Estados Unidos, dijo que los últimos aviones despegaron del aeropuerto de Kabul a las 15:29, hora de Washington, o un minuto antes de la medianoche en Kabul.
Luego de que despegara el último avión, el sonido de disparos se escuchó en Kabul la madrugada del martes. Los corresponsales de AFP en la ciudad escucharon disparos de celebración de varios puestos de control talibanes conocidos, así como los vítores de los combatientes que ocupaban los puestos de seguridad en la zona verde.