Durante la apertura de la Cumbre Latinoamericana sobre Cambio Climático de la que participó el enviado especial para el Clima de los Estados Unidos, John Kerry; y el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, junto a mandatarios de la región, el presidente Alberto Fernández planteó hoy la “necesidad de pensar mecanismos innovadores para reconstruirnos mejor”, entre los que consideró la revisión de los plazos y condiciones de la deuda contraída con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
En su discurso de apertura, Fernández agradeció al representante de la Casa Blanca por el “enorme aliento que significa escuchar al gobierno americano comprometido nuevamente con este problema que a todos nos afecta” como es el cambio climático, y señaló que “el reloj de la destrucción planetaria no se va a detener si no actuamos ahora”.
A través de un acto virtual desde el Museo del Bicentenario, el “Diálogo de alto nivel sobre acción climática en las Américas” tiene al presidente argentino como anfitrión. Del encuentro, en el que participan 21 países de la región, Alberto Fernández ratificó su respaldo al “multilateralismo ambiental” y solicitó que la deuda contraída con el FMI sea negociada por acciones que mitiguen la emisión de gases de industrias contaminantes.
“Las lecciones aprendidas con las vacunas en esta pandemia tienen que ser aplicarlas a la pandemia que ya padecemos, la del cambio climático. Necesitamos aplicar la emisión de los Derechos Especiales de Giro (DEG) del FMI a un gran pacto de solidaridad ambiental, que incluya esencialmente a países de bajos ingresos y de renta media, y que sirva para extender los plazos para atender los pagos del endeudamiento y la aplicación de menores tasas bajo las actuales condiciones estrés sanitario y ecológico”, sostuvo el jefe de Estado.
“Shock climático y financiero producto de una crisis generalizada de deuda no son compatibles para un mundo mejor”, indicó el Presidente. “Los canjes de deuda por acción climática, los mecanismos de pago por servicios ecosistémicos y el concepto de deuda ambiental, junto la categoría de “acreedores ambientales” -que son los países menos desarrollados- son otras claves para al salida de la crisis”, expuso el mandatario.
“Necesitamos que los organismos regionales de desarrollo comprometan el 50% de sus recursos en acciones ambientales, necesitamos capitalizarlos. Pienso en el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y en la Confederación Andina de Fomento (CAF), sea a través del apalancamiento de las DEG para fortalecer su capacidad crediticia o a través de la inyección capital, cuyo puntapié esencial debe estar dada por los países desarrollados”, agregó.
Además, convocó a “identificar a los avances en tecnologías limpias como bienes públicos globales, fortaleciendo el concepto de “multilateralismo ambiental”, y solicitó “acuerdos de transferencia tecnológica para la adaptación ecológica y una liberación de las patentes de estos bienes tan necesarios para impulsar la adaptación al cambio climático”.