Milei fue la sorpresa de las PASO dejando en cuarto lugar a Ricardo López Murphy e imponiendo al frente libertario como tercera fuerza en la Ciudad de Buenos Aires. Ahora deberá mantener el fervor logrado anoche como una oposición más cruda a la ya establecida y no ser devorado por la grieta, “por la casta política” contra la que tanto despotricó en la primera etapa de la campaña. Señal de alarma para la oposición y el oficialismo por el impacto del discurso radicalizado.
”Vamos carajo”: al unísono, el grito de los militantes libertarios cuando salieron los datos oficiales dando a Milei con el 13,65% por encima de López Murphy que superaba los 11 puntos. Al instante, el canto que popularizó el precandidato del liberalismo: “La casta tiene miedo”. Con estos números ya imaginan a Milei en el Congreso de la Nación. De hecho, el brigadier retirado Jorge Mario Reta, quien integra la nómina de La Libertad Avanza en la Capital Federal, fue quien presentó al economista como “nuestro futuro diputado por la Capital Federal”.
“Yo les dije, no vine acá para guiar corderos, vine para despertar leones; y los leones están despiertos”, entró con aires de triunfalismo Javier Milei al búnker montado en el hotel GrandView.
“Este es sólo el primer paso en busca de la reconstrucción nacional, el paso para volver a una Argentina potencia”, manifestó agradeciendo el apoyo obtenido. No obstante, aclaró que en este contexto socioeconómico, con 50% de pobreza y 50% de inflación, “no hay nada para festejar”. “Si no hacemos un giro de 180 grados, en 50 años vamos a ser la villa miseria más grande del mundo”, advirtió.