Martín Tetaz, segundo candidato de la boleta de la coalición opositora en la Ciudad de Buenos Aires, asegura que la situación es distinta a la de 2015, cuando Mauricio Macri le ganó el balotaje a Daniel Scioli. Y proyecta un futuro hipotético en el que la oposición volverá a la Casa Rosada, aunque esta vez con una capacidad hegemónica para impulsar grandes “transformaciones”. Incluso, planteó una reforma laboral que pueda torcer la resistencia sindical a través de una “consulta popular” a través de las urnas.
“Se adelantó todo. El 2023 se dio en 2021. Y vamos a gobernar con mayoría en ambas cámaras. No es como pasó en 2015, que Mauricio Macri gastó los dos primeros años en sumar gobernabilidad”, evaluó el economista en una actividad frente a empresarios y periodistas, en la que estuvo presente Infobae. Y descartó todo tipo de pacto de co-gestión con el oficialismo: “La oposición tiene que ser oposición. No es una oposición golpista; es seria y da una garantía que va a ser razonable, moderna y civilizada. No se va a subir a ninguna pantomima de cogobierno, eso no va a ocurrir”.
Tetaz se explayó con su programa político en la actividad “Medio Término: Rumbo a las elecciones”, organizada por la Cámara de Comercio de Estados Unidos en Argentina (AmCham), en conjunto con las Cámaras de Comercio Británica y Canadiense. Durante la conversación, el candidato de la UCR hizo un balance de los problemas económicos de Argentina y apuntó que una de las dificultades del país es el “sesgo anti exportador”, y que ello se agrava cuando el Estado, como el argentino, es de “mala calidad”.
“En vez de agregar valor y exportarlo, se agrega Estado. Obviamente eso es muy difícil cuando el Estado argentino tiene una calidad mala. Esto lo sabemos por el comportamiento de la gente. Por más que el discurso político conveniente sea otro, la gente trata a la salud y la educación pública -como decimos los economistas- como bienes inferiores, como la Manaos de las gaseosas. Cuando la situación económica es mejor, uno trata de consumir Coca-Cola, no Manaos”, sostuvo Tetaz, con una comparación controversial.
Y continuó: “La gente prefiere pagar la educación privada, aún teniendo el acceso a la educación pública gratuita. Porque evidentemente se juzga la calidad de servicio, no importa si es por lo que ocurre dentro del aula, o porque hay paro en una escuela y en la otra no. En cualquier caso, el argentino sistemáticamente desprecia los bienes y servicios públicos”.