Tras los episodios de violencia en el sur y los vaivenes entre el gobierno nacional y la gobernadora de Rio Negro, Sergio Berni sostuvo que lo que estaba sucediendo eran actos terroristas y que, en consecuencia, la Nación debía asistir con refuerzos.
Ante esto, Aníbal Fernández replicó en duros términos durante una entrevista con C5N: “Cuando uno está hablando de un delito de semejante envergadura, lo que metemos es en riesgo a todo un país. No se puede ser tan irresponsable de decir semejante cosa. No admito eso”.
Y agregó: “Sergio es amigo mío, no puede hacer eso. Tendría satisfacción de darle alguno de los elementos para que conozca. No puede decir eso. Es irresponsable mencionar un delito de esa envergadura en una situación de estas características”. “Ni el Presidente ni yo necesitamos ser aprobados por Sergio Berni”, sentenció el ministro nacional.
Esta última frase fue la que motivó la respuesta del titular de la cartera bonaerense: “Como de costumbre, siempre tiene razón querido compañero Aníbal Fernández. Ni usted ni el Presidente necesitan de mi aprobación. No es mi intención contradecir tan brillante acto de soberbia”.
Y cerró con una frase de alto contenido electoral e ironía, aludiendo al cruce que Fernández tuvo con el dibujante Nik: “Lamento informarle lo obvio, sería necesario contar con la aprobación y el consenso de la sociedad en su conjunto. Si mis matemáticas no me fallan el 12 de septiembre hubo 16.323.291 argentinos que no aprobaron nuestra gestión. ¿Fui claro? ¿O le hago un dibujito?”.