El 16 de noviembre se disputará el que resulta, en principio, el partido más atractivo de las Eliminatorias Sudamericanas. Después de que se suspendiera el clásico sudamericano en San Pablo frente a un inédito episodio, el Argentina-Brasil de este mes genera aún más expectativas. Lamentablemente, el combinado nacional no podrá contar con aforo completo.
Pese a que desde la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) habían anunciado la semana pasada la ampliación de la capacidad respecto a las últimas presentaciones del equipo nacional y que se iba a utilizar el 100% del Estadio Bicentenario de San Juan, una sanción de la FIFA obliga a dar marcha atrás con esta idea.
De esta forma, en suelo cuyano no podrán estar los 25.000 fanáticos que se esperaban en uno de los eventos más esperados del año, debido a que la Casa Madre del fútbol mundial ha castigado al público argentino por su comportamiento en el duelo ante Uruguay del 10 de octubre.
Es que durante la goleada por 3-0 se escucharon gritos homofóbicos en cada saque de arco del conjunto charrúa dirigidos hacia el arquero Fernando Muslera. Esa noche, la voz del estadio tuvo que pedir en varias ocasiones que terminaran con esos insultos, pero no hubo caso.
Según el documento de la FIFA, la sanción es de un partido con “capacidad limitada del número de espectadores” por violar el artículo 13 del código disciplinario. Además, se le suma una multa de 30 mil francos suizos (cerca de USD 33 mil). Ahora, quienes asistan al choque contra Uruguay del 16 de noviembre deberán ser respetuosos desde sus asientos porque de repetirse lo ocurrido en el Monumental, podría haber un castigo más severo para los hinchas como la prohibición de asistir a la siguiente fecha.