Así lo muestra el sitio de estadísticas mundiales Our World in Data. Es uno de los países más afectados por la nueva ola de COVID-19.
Así, la tasa de positividad se calcula a partir del número de casos confirmados y el número de test realizados. Por falta de recursos, de dinero, de test, de organización y demás cuestiones coyunturales, nuestro país no ha mantenido una política de testeo importante, como la han tenido países desarrollados y también vecinos en la región.
Argentina no está dentro de los primeros 100 países que más testearon a su población desde el inicio de la pandemia, un dato preocupante para poder tener estadísticas certeras y a partir de esos datos trazar la mejor estrategia sanitaria posible para enfrentar la enfermedad, bajar los contagios, priorizar las vacunas y en definitiva, tener menos pacientes internados en UTI o fallecidos.
Así, hasta ayer, Argentina tenía 651.499 test por millón de habitantes. Muy lejos de los 1.064.452 de Alemania, 1.449.374 de Chile, 1.672.354 de Rusia, 2.229.265 de Australia, 2.882.478 de Francia, 6.239.685 de Reino Unido y Dinamarca, el país que más testeó, con 19.164.733 pruebas efectuadas.