Pidió informes al Registro de Aeronaves y al Banco Central para conocer todas las compras de aeronaves, privadas y oficiales, que se hicieron desde 2020 hasta la actualidad.
La maniobra es sencilla pero nunca había sido detectada, y mucho menos investigada por la Justicia. Durante los últimos dos años, decenas de empresas y algunos organismos públicos habrían comprado aviones, preferentemente en Estados Unidos, con una enorme sobrefacturación. En cada operación interviene el Banco Central, que autoriza el giro de los fondos al exterior. Cuando el avión aterriza en el país, tampoco hay controles. Al menos hasta ahora.
El fiscal federal Guillermo Marijuán puso en marcha una investigación preliminar para recabar datos antes de iniciar un expediente formal. El primer paso, según pudo saber Infobae, fue pedir informes tanto al Banco Central como al Registro de Aeronaves.
Al Registro de Aeronaves, que depende de la titular de la Administración Nacional de Aviación (ANAC) Paola Tamburelli, el fiscal le solicitó “la totalidad de aeronaves que hayan sido inscriptas y/o matriculadas desde el inicio del año 2020 hasta la actualidad, debiendo acompañar la documentación que dé cuenta de sus propietarios, titulares, identificación (matrícula y nombre) de la aeronave y demás información con la cual pudiera contar ese organismo”.
La investigación recién comienza pero ya genera un temblor en el mercado aeronáutico. Según fuentes del sector consultadas, en los últimos dos años se habrían comprado más de 200 aviones. Muchos de ellos, con esa maniobra de sobrefacturación.
“La maniobra empieza con la sobrefacturación en Estados Unidos. El comprador pide una factura con un precio más alto del real. Con eso, las empresas solicitan la autorización al Banco Central para comprar al dólar oficial y luego se concreta la transferencia. Cuando llega el avión al país, no se controla en la Aduana y termina siendo un negocio redondo”, explicó a Infobae un empresario aeronáutico.