La semana pasada, la ministra de Salud, Carla Vizzotti, y su par de Educación, Jaime Perczyk, encabezaron una reunión con distintos actores del campo educativo y sanitario como Unicef, Unesco, la Sociedad Argentina de Pediatría, los representantes de universidades, los gremios docentes, entre otros. Allí se empezaron a delinear los pilares del nuevo protocolo que se revalidarán hoy por la tarde en una reunión técnica de los equipos de las dos carteras.
Algunas de las pautas serán:
Sin pase sanitario: el gobierno nacional confirmó que no exigirá certificado de vacunación al ingresar a las escuelas ya que se trata de una vacuna que aún no es obligatoria, que compromete un derecho que sí lo es como el de la educación.
Sin burbujas: “En la sociedad no hay más burbuja; la novedad es que se trata en las escuelas de las mismas normas que en el resto de la sociedad”, dijo hoy Perczyk en diálogo con Radio con vos. Al buscarse la presencialidad plena ya no habrá distanciamiento dentro del aula, pero ahora tampoco será necesario que no interactúen alumnos de distintos cursos.
Barbijos: la recomendación nacional, que luego cada provincia adaptará según su autonomía, será la de mantener el barbijo dentro del aula a partir de primer grado. Habrá más flexibilidad en los espacios abiertos.
Higiene: las pautas básicas contra el Covid-19 se sostendrán. Es decir, el lavado de manos frecuente y la ventilación de los ambientes seguirán en el próximo ciclo lectivo. Otras, como el control de la temperatura y la demarcación de los espacios, se flexibilizarían.
Una de las dudas que persiste es la del aislamiento en caso de un contagio dentro del curso. Lo que ya se sabe es que los contactos asintomáticos con vacunación completa, al igual que pasa en la sociedad, no deberán aislarse y podrán seguir asistiendo a clases. Aún resta definir cómo será el accionar con aquellos chicos que no recibieron las dos dosis.