A partir de las 12:30 del mediodía los máximos dirigentes de Juntos por el Cambio comenzaron a llegar para lo que será el primer encuentro presencial de la Mesa Nacional de 2022 y el lugar elegido es a tan solo a 200 metros de la residencia del Presidente de la Nación.
En el salón de Eventos La Escondida, ubicado en Antonio Malaver al 400, los presidentes del PRO, la UCR, la Coalición Cívica, el Peronismo Republicano y los jefes de los bloques de cada uno de los partidos se reúnen para empezar a delinear lo que será la estrategia de la coalición opositora en el Congreso de la Nación de cara a la discusión por el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional.
Diferentes fuentes consultadas señalan que el encuentro está catalogado como “una jornada de trabajo” y que, aunque se hablará del acuerdo con el FMI, el tema central de la agenda es la conformación de las mesas provinciales de Juntos por el Cambio, por lo que “se estableció un mínimo de 5 horas” para la reunión.
El tiempo quizás tiene que ver con que la discusión en el núcleo de la Coalición está lanzada. Y todos parecen estar en contra de lo que busca imponer el PRO o, por lo menos, el ala más dura del partido de Mauricio Macri.
La Unión Cívica Radical ya plantó bandera a través del presidente del Comité Nacional y gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, quien provocó el primer cisma cuando dijo que había que “hacerse cargo” que fue el gobierno de Cambiemos quien había contraído la deuda.
En la misma línea se mueve la Coalición Cívica. Aunque con conceptos diferentes, los legisladores del partido de “Lilita” Carrió vienen declamando “responsabilidad” a sus socios y que “no corran la cancha”.
Maximiliano Ferraro, presidente de la CC, se lo dijo a Macri hace una semana en el zoom que realizaron. Pero la discusión sigue estando presente. “Estamos teniendo en JxC un nivel de conversación respetando la posición de cada uno. Lo que no podemos hacer es que la posición de un dirigente quiera ser tomada como la posición de toda una coalición que integran otros partidos y otros liderazgos. Por eso es importante la reunión que vamos a tener el próximo jueves”, aseguró el legislador en diálogo con radio Rivadavia.
Por el lado del PRO, las posiciones más duras las encarnan el ex presidente Mauricio Macri y la titular del PRO, Patricia Bullrich. El primero entiende que el acuerdo es “malo” y que no hay que acompañarlo si antes no se ven los detalles y la presidenta del partido entiende que el Gobierno “no se quiere hacer cargo”. Su discurso apunta a que si el Frente de Todos, en su totalidad, no vota positivo el proyecto, Juntos por el Cambio tiene que votar derogarlo.
“Ellos armaron esta ley para decir ‘nosotros queremos que ustedes pongan la cara’. Ahora ¿nosotros ponemos la cara y ellos la sacan?”, planteó días atrás en un canal de televisión. En privado, mantiene un discurso similar pero más fuerte, ya que les dice a sus socios en la coalición que hay que derogar la ley y que el Ejecutivo mande otra si no la vota toda el oficialismo a sabiendas de que Máximo Kirchner ya dejó en claro que no la votará.