“Lo peor está por venir”. La frase del presidente de Francia, Emmanuel Macron, es su conclusión tras haber escuchado a Vladimir Putin, jefe del Kremlin, determinado a seguir la ofensiva sobre Ucrania, en la que le dejó en claro que podría “tomar el control” de todo el país.
En una conversación que duró una hora y media, Putin afirmó a su homólogo francés que la operación rusa se desarrolla “acorde a los planes” y que podría “intensificarse” si los ucranianos no aceptan sus condiciones, comunicó el jueves el despacho del mandatario francés.
La conversación telefónica tuvo lugar a petición de Putin y en ella el líder ruso advirtió de que si los ucranianos no aceptan sus términos por la vía político-diplomática, Rusia los conseguirá por la militar.
Macron, según las fuentes, le dijo que estaba cometiendo “un error grave”, que estaba buscando “pretextos” y que su actuación no era conforme a la realidad ni podía justificar su violencia y el precio que va a pagar su país, que acabará “aislado, debilitado y bajo sanciones” durante un largo periodo de tiempo.
El jefe de Estado francés extrajo de ese intercambio telefónico que “lo peor está por llegar”, dada la determinación de Putin y su argumento de achacar a Ucrania el desencadenante de su operación por el incumplimiento, a juicio del líder ruso, de los acuerdos de paz de Minsk.
Desde el Elíseo se admitió que aunque la charla fue “tensa” sobre el fondo, el diálogo fue franco y hay intención de mantener el contacto en el futuro porque ambos dirigentes “pueden decirse cosas fuertes sin que la conversación se rompa”.
Macron exigió de nuevo a Putin que ponga fin a la ofensiva militar y le pidió que garantice la integridad física tanto del presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, como de sus allegados y del conjunto de civiles en el país. Putin aseguró que los civiles no son un objetivo militar.
La conversación tuvo lugar el mismo día en que están previstas nuevas negociaciones entre Rusia y Ucrania en la región bielorrusa de Brest.