El gigante petrolero Shell anunció este martes que prevé retirarse del petróleo y del gas rusos «gradualmente, en línea con las nuevas directrices del Gobierno» británico, en respuesta a la invasión rusa de Ucrania.
En un comunicado, Shell precisó que, «como primer paso inmediato, el grupo interrumpirá todas las compras al contado en el mercado de petróleo ruso» y «cerrará sus estaciones de servicio y sus actividades de carburante para la aviación y de lubricantes en Rusia», informó la agencia de noticias AFP.
«Nuestras acciones hasta la fecha se han guiado por las discusiones en curso con los gobiernos sobre la necesidad de desvincular a la empresa de los flujos energéticos rusos, manteniendo al mismo tiempo el suministro de energía», comentó el director ejecutivo de Shell, Ben van Beurden.
El grupo está «cambiando (su) cadena de abastecimiento en petróleo crudo para retirar los volúmenes rusos», añadió.
Sin embargo, advirtió que dada la «ubicación física y la disponibilidad de alternativas», el esfuerzo «podría llevar semanas». «Es un desafío complejo» que «requerirá acciones concertadas entre gobiernos, proveedores de energía y consumidores», afirmó.
Pese a una serie de sanciones masivas contra Moscú, el sector energético de momento no se vio afectado, sobre todo porque Europa es muy dependiente del gas ruso, y especialmente Alemania.