Durante el juicio en Salta por el homicidio de Sandra Palomo, un perito informático complicó la situación de uno de los cuatro sospechosos del caso.
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Un perito tecnológico reveló un escalofriante dato en el juicio al que llegaron acusados cuatro sospechosos de haber sido partícipes secundarios del homicidio agravado por ensañamiento y alevosía de Sandra Palomo, una maestra de 52 años que fue apuñalada en su camioneta en agosto de 2019. Por el mismo hecho ya fue sobreseído el autor material del ataque, que entonces tenía 15 años.
Los dispositivos electrónicos y las fechas fueron claves cumplieron un rol protagónico en la última audiencia del debate que avanza en la provincia de Salta para esclarecer el brutal femicidio de la docente.
Así, el experto que analizó la Tablet de uno de los imputados supo que apenas un día después del hecho, el 1 de septiembre de 2019, el joven buscó en internet información de “Sandra Palomo” y sobre “cuántos años te dan por cómplice de femicidio”.
Además el perito habló de tres audios de WhatsApp enviados entre el 1 y el 2 de septiembre de ese mismo año, surgidos del análisis del teléfono celular de otro imputado. En uno de ellos, el acusado manifestaba: “Yo sabía que no era de su viejo ni nada, es robada la camioneta”.
En otro de los mensajes, decía: “Eh gil, sabés quién la mato… el gil de la camioneta. Él mató a la vieja y hoy cayó en cana”. Por último, aseguraba que él “no tenía nada que ver”. “Yo ya sospechaba algo. Yo le dije a Hugo: eh, gil, el techo está todo con sangre”, agregó.
Por último, en la sala se proyectaron grabaciones de cámaras de seguridad instaladas en comercios cercanos a la escena del crimen en las que pueden observarse los movimientos de la camioneta robada a la víctima y se alcanzan a ver siluetas de personas sentadas en el asiento trasero del vehículo.
El femicidio de la maestra
El 31 de agosto de 2019 Palomo salió en su camioneta a hacer compras en un supermercado para festejar el cumpleaños de su nieto y no regresó, por lo que sus familiares realizaron la denuncia correspondiente. Su cuerpo fue encontrado al día siguiente en una zona rural, sobre calle Gato y Mancha, próximo al río Arenales, en el sur de la capital salteña.
Según consta en la causa, el menor de edad interceptó a Sandra en el estacionamiento del subsuelo del supermercado y la atacó con un arma blanca, con la finalidad de robarle la camioneta y de otros elementos de valor.
Otros cuatro hombres están imputados por la fiscalía como partícipes secundarios del delito de homicidio calificado por alevosía, ensañamiento criminis causa y por mediar cuestión de género. Mientras que la parte querellante los considera coautores.
