El Presidente analiza nuevamente la posibilidad de realizar modificaciones en el Gobierno y relanzar la gestión, castigada, en las últimas semanas, por la corrida cambiaria y el impacto de la inflación
La semana comenzó con lo que en el Gobierno fue considerado una señal positiva en términos económicos después de una acumulación de días con malas noticias. El dólar libre retrocedió de $338 a $322 y en la Casa Rosada lograron respirar por unas horas en medio de la crisis cambiaria que afecta la gestión de Silvina Batakis en el ministerio de Economía.
Este lunes, la ministra protagonizó dos encuentros importantes en Estados Unidos. Se reunió con la titular del FMI, Kristalina Georgieva, y con David Lipton, un funcionario clave del Tesoro norteamericano. No hubo novedades públicas de esas reuniones hasta la noche del lunes, por lo que falta saber cuál será la reacción de los mercados en la jornada de este martes.
Alberto Fernández fue informado sobre las novedades sobre los encuentros de Batakis en Washington, mientras mantuvo una agenda -no oficializada- con reuniones en su despacho de la Casa Rosada, donde estuvo desde el mediodía hasta la noche.
Pasada las 19:30 fue Georgieva la que en sus redes sociales habló de una reunión “productiva” con Batakis y aseguró que en el FMI le dan “la bienvenida a sus esfuerzos iniciales para fortalecer la sostenibilidad fiscal”. Fue una señal positiva para el Gobierno.
Durante la tarde de ayer ingresaron a Balcarce 50 el canciller, Santiago Cafiero; el ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis; el ministro de Seguridad, Aníbal Fernández y el interventor de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), Agustín Rossi. Todos cercanos al Presidente.
El lunes estuvo atravesado por algunos nuevos rumores de cambios en el Gabinete. Una vez más. La figura principal sigue siendo la del presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, quien aparece como el nombre propio más trascendente para renovar la estructura de ministros. El lugar apuntado: la Jefatura de Gabinete, que hoy conduce el tucumano Juan Manzur.
Al igual que el domingo en que Alberto Fernández y Cristina Kirchner acordaron el desembarco de Silvina Batakis en el Palacio de Hacienda, donde parecía un hecho la llegada de Massa a la Casa Rosada, en el principio de esta semana el líder del Frente Renovador apareció otra vez en la agenda de los posibles cambios.
En aquella oportunidad Massa le había pedido al Presidente el control de la Jefatura de Gabinete, el ministerio de Economía, el Banco Central y la AFIP. El jefe de Estado vaciló durante la tarde de ese domingo 3 de julio, pero decidió no concederle tanto poder. El único cambio que concretó fue el de Batakis por Guzmán.
Según aseguraron fuentes del oficialismo a Infobae, Massa arribaría a Balcarce 50 solo si hay un plan de acción concreto y bien diseñado que tenga consenso dentro del Frente de Todos. Un programa político y una renovación de algunos ministerios que le permitan al Gobierno poder relanzarse después de la crisis política y económica que se sucedieron.
El tigrense terminó muy desgastado después de la extensa jornada del domingo en que el Presidente tuvo que elegir un ministro de Economía que reemplace a Martín Guzmán. Por eso ahora, durante el receso legislativo, espera que el tablero se acomode y que Fernández, finalmente, resuelva si va a concretar o no un cambio de Gabinete que le intente dar un nuevo aire a la gestión.
En la danza de posibles cambios aparece la posibilidad de que Santiago Cafiero ocupe la secretaria presidencial que hoy conduce Julio Vitobello y que Juan Manzur deje el primer piso de la Casa Rosada para ocupar la Cancillería. Escenarios posibles que se analizan en las arterias del Gobierno. No hay definiciones.
Quienes conocen a Alberto Fernández descreen de la posibilidad de que desplace a Vitobello de su cargo, un funcionario íntimo, leal y de extrema confianza. “Julio llegó con él y se va a ir con él”, advierten. Lo cierto es que en la Casa Rosada hace tiempo que se estudian modificaciones en el Gabinete para relanzar el Gobierno.
La posibilidad de que Agustín Rossi pase al esquema de ministerios también está latente. Hace tiempo que el Presidente quiere que el “Chivo” forme parte del Gabinete, pero no le encontró el lugar adecuado. Entre tantas idas y vueltas, decidió que se haga cargo de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), lugar al que el santafesino aceptó ir aunque no era lo que más le entusiasmaba.