“Estar frente al asesino de mi mujer”, sostuvo el viudo hoy luego de relatar todo lo que ha vivido en estos 20 años. La próxima citada será la masajista Beatriz Michelini.
Esta mañana comenzó la 19ª audiencia por el asesinato de María Marta García Belsunce y le tocó declarar al viudo, Carlos Carrascosa, por primera vez como testigo a sus 77 años. Se trata del tercer juicio para llegar a dilucidar quién fue el asesino y el único en el que Carrascosa no está acusado.
Carrascosa llegó a los tribunales de San Isidro a las 10.15 acompañado por María Luján Falsetti y Jorgelina Fernández, las creadoras del blog que siguió el caso y que siempre sostuvo que el viudo era inocente.
El acusado, Nicolás Pachelo, estuvo presente durante la declaración de quien fue el marido de María Marta. «Hace 20 años que estoy esperando este momento, de ser particular damnificado y estar frente del asesino de mi mujer», fue lo primero que dijo Carrascosa al sentarse en el banquillo de los testigos.
“La madrastra lo acusa, el hermano lo acusa, cartón lleno. Yo tuve una familia que me recibió en su casa y tenía que elegir quien venía a la cárcel porque se me cubría el cupo, nunca tuve problemas en la calle… Si uno es inocente se lo tiene que bancar”, apuntó en referencia al acusado en un tramo de su declaración.
Durante su relato repasó su historia con María Marta, a quien conoció cuando ya estudiaba sociología y que al mes de ser novios él le propuso casamiento. “Se asustó porque tenía 18 años. Recién a los tres meses me contestó», recordó. También compartió cómo era su rutina dominical, que ella solía darse baños de inmersión antes de los masajes y después de jugar al tenis, como ocurrió el día del asesinato.
Luego recordó el episodio de la desaparición del perro labrador Tom y contó que Pachelo le había pedido a María Marta el «servicio» de Tomo, pero que ella “se negó porque era joven el perro”. Luego recordó la desaparición del animal y que recibieron llamados extorsivos por el “secuestro”: “Me pidieron 5 mil dólares pero no accedí y María Marta se enojó”.
Carrascosa contó que una vecina del barrio les informó en ese entonces que “su mucama había hablado con la mucama de Pachelo, que le comentó que el perro había estado dos días encerrado en el baño de la casa de Pachelo, a raíz de eso la comisión (del country) hizo una reunión por la seguridad porque había habido varios robos, en ninguno se detectó que fueran externos”. En esa reunión fue que María Marta «pidió la expulsión» del ahora imputado.
En el lugar también estuvieron el hermano de la víctima, Horacio García Belsunce, el hijo de «Pichi» Taylor, Miguel “Michael» Taylor, el amigo del matrimonio Nicolás González del Cerro y su esposa, y el abogado penalista Fernando Díaz Canton.
El día del asesinato de María Marta García Belsunce
El viudo describió cómo fue ese 27 de octubre de 2002: la víctima fue a misa, después se encontraron a almorzar en la casa de la familia Binello, como era su costumbre y luego María Marta se fue a jugar al tenis mientras él se fue al club house de Carmel a tomar un café con lemoncello.
Más tarde se fue a ver el Superclásico a la casa de su concuñado Guillermo Bártoli y fue entonces cuando llegó María Marta con Viviana Binello de jugar al tenis porque había comenzado a llover. María Marta se fue a su casa en bicicleta para bañarse antes de recibir a la masajista y él se quedó con Bártoli hasta el gol de Independiente contra Rosario Central.
Carrascosa decidió pasar por la casa de los Taylor, pero como no encontró a nadie se fue a su casa. “Quería llegar antes por el perro porque le saltaba a la masajista, tuvo que ser un poco antes de las 19″, detalló. Cuando finalmente llegó a su casa vio al vigilador en un lugar poco usual y cuando entró a su casa vio la ventana del dormitorio empañada y decidió subir.
«Salgo corriendo al baño, la encuentro a María Marta tirada boca abajo y veo una mancha chiquita de sangre -entre el inodoro y el bidet- y agua sangre en la bañadera”, repasó. “La saco y la dejo medio cuerpo de arriba dentro de lo que es el dormitorio y las piernas adentro. En eso, escucho el ruidito de la masajista que venía entrando. Sube y le digo: ‘María Marta tuvo un accidente’. Y ella me responde algo que es una estupidez: ‘Llamá a Bártoli’. ¿Por qué no me dijo que llame a un médico?”, enfatizó.
Aprovechó la oportunidad para aclarar el audio que se escucho del llamado a emergencia: «Las voces que se escuchan son de la masajista y Bártoli, que le decía: ‘Vamos negra, vamos negra, vamos negra’. Ahí, (Diego) Molina Pico, irresponsable, hizo un audio por el que me dieron cadena perpetua. Ese audio no fue tratado en el juicio y él lo incorporó en el alegato final, como el famoso tema del Cartel de Juárez. ‘Estoy seguro que fue, pero no lo puedo probar’, dijo el inútil”.
Explicó que en el momento que encontró a su esposa en el baño «no entendía nada» y que pudo haberse asociado a que su madre «también empezó a morirse en un baño». «Mi vieja tomaba una pastilla para dormir, que le hacía efecto hasta las 5. Tenía una botellita de moscato, se tomaba dos moscatos en ayunas y, entonces, se fue al baño. Había un escalón, se fue para adelante y se pegó con el escalón”, indicó.
Respecto a María Marta reconoció: “Pensé que se había golpeado y se había ahogado, que se había desvanecido por el golpe, se puso a lavar la cabeza y se ahogó”. “El baño era un peligro. Vos te sentabas en váter, te levantabas y te pegabas en el bocho. Nadie de los que vino a mi casa dejó de pegarse en la cabeza, por eso pensé en la sangre en el piso”, además recordó que fue el médico Juan Gauvry Gordon quien le dijo: “Carrascosa, un terrible accidente”.
«Leí la causa recién cuando estuve preso, tuve una negación total, para mí se había ido de viaje… Recién lo asumí en 2009”, confesó y contó que tras el crimen “nunca más” volvió a dormir a esa casa.
Por último, deslizó una sospecha en relación a la masajista cuando señaló que en aquel entonces trabajaba en la Bolsa de Valores y que llevaba mucho dinero a su casa «porque era la época del corralito. Se podía enterar la gente que tenía plata por alguien que hacía masajes, que cortaba el pelo…”.
También cuestionó un hecho sospechoso que involucraba a la ex mujer de Pachelo, Inés Dávalos Cornejo: “Estuve siete horas mirando a las cámaras de seguridad (de ese 27 de octubre de 2002) y vi entrar a Michelini, salir a Pachelo, pero la mujer no quedó registrada saliendo y tampoco una combi en la puerta de Carmel”.
Carrascosa: como encubridor, como autor del crimen y finalmente como testigo
Carlos Carrascosa fue condenado primero por encubrimiento del crimen y luego como autor. En 2016 fue absuelto y ahora, 20 años después del crimen, es la primera vez que el juicio apunta a Nicolás Pachelo como responsable del crimen.
Los miembros de la familia García Belsunce que ya declararon creen que Pachelo fue el autor del crimen y que María Marta le tenía pánico a su vecino. Varios recordaron los robos que le atribuían dentro de Carmel y que creían que había sido el autor del secuestro con pedido de rescate y desaparición de su mascota, el perro labrador “Tom”.
Luego de Carrascosa declarará como testigo otra eximputada: Beatriz Michelini, la masajista que atendía a María Marta y quien fue una de las primeras personas que llegó a la casa de la víctima aquel 27 de octubre de 2002 en que fue asesinada.