«Nacida en 1953 en el seno de una familia modesta, su padre chofer de autobús y su madre oficinista, la Sra. Fernández estudió Derecho en la Universidad de La Plata, cerca de Buenos Aires. Allí conoció a Néstor Kirchner, quien se convirtió en su esposo y socio político«, relata la publicación en relación a la incursión de la vicepresidenta en la política.

Asimismo, el texto destaca el momento en el que ambos debieron mudarse a Santa Cruz en 1967 «para escapar de la atención de la dictadura militar», lugar donde él se convirtió en gobernador y ella en senador, para así conformarse como «líderes del ala izquierda-populista del peronismo».

Tras mencionar brevemente la llegada a la presidencia de Néstor Kirchner en 2003 y los dos mandatos a cargo de ella, la publicación señaló que durante sus gobiernos «combinó medidas progresistas, como la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo, con una política económica nacionalista y estatista».

«Ayudada por un auge en los precios de las exportaciones agrícolas, aumentó los subsidios para los argentinos más pobres«, destacó el medio londinense.

A su vez, agregó que «su gobierno estuvo marcado por el conflicto» y detalló: «Intentó y fracasó en controlar el Poder Judicial y los grupos de medios privados; cuando aplicó impuestos extraordinarios sobre las ganancias de los agricultores, organizaron grandes protestas. No pudo evitar que su principal oponente, Mauricio Macri, un empresario conservador, la sucediera en 2015. Entonces, Fernández regresó al Senado».

Al respecto de su tiempo como congresista, durante el gobierno de Cambiemos, la publicación remarcó que la vicepresidenta «diseñó su venganza contra Macri a través de la unión de las distintas facciones del peronismo» y «le dio el primer lugar en la lista presidencial del movimiento a Alberto Fernández, quien atrajo a votantes más moderados». De todas formas, aclaran que la relación entre ambos «se tensionó rápidamente».

Para cerrar, el medio calificó a Cristina Kirchner como «una política resistente y astuta, que instintivamente sabe cuándo hablar y cuándo permanecer en silencio», la cual «ha explotado la inclinación de Argentina por el melodrama y el teatro político».

«Enmarcó su juicio por corrupción como una conspiración del Poder Judicial, los medios y las empresas para silenciar a la defensora de los pobres», expresaron con respecto a los recientes hechos en el marco de la Causa Vialidad.

«Pero su estrella se está desvaneciendo: aunque podría postularse nuevamente para la presidencia el próximo año, su apoyo principal ahora es solo alrededor del 25% del electorado. Muchos de sus opositores han afirmado que el atentado frustrado contra su vida fue organizado para desviar la atención del caso de corrupción, aunque no hay evidencia que sugiera esto. El peronismo se ha unido a ella por ahora, pero la simpatía por el presunto intento de asesinato puede desaparecer pronto”, concluyó la publicación.