Guillermo Marcó habló sobre la misa celebrada en solidaridad con la paz por el atentado a Cristina Kirchner y analizó los enfrentamientos generados por la grieta.
El ex vocero del papa Francisco, Guillermo Marcó, se refirió a la «Misa por la paz y la fraternidad de los argentinos» que se realizó el último sábado en la Basílica de Luján y reconoció que Jorge Eduardo Scheinig, el arzobispo local, cometió un error en la convocatoria.
“No fue lo que él pensó. Metió la pata porque no era una convocatoria de él, era una convocatoria local. No habrá pensado que si era el intendente el que convocaba, no tenían por qué ir el Presidente de la República ni el Gobernador”, reflexionó el ex vocero del Santo Padre, cuando todavía se hacía llamar Jorge Bergoglio.
La referencia de Marcó se relaciona con el llamado que la municipalidad local hizo sobre la misa celebrada en solidaridad con la paz por el atentado a Cristina Kirchner, que finalmente tuvo la participación de gran parte del Frente de Todos y desató la polémica. Desde la oposición, incluso, se habló de un acto partidario. Luego de ver como repercutió el encuentro, el cura Scheinig pidió disculpas y aseguró: «Metí la pata».
“Acá pasa algo parecido a lo que uno por ahí vive en las calles de Israel. Aunque palestinos y los ciudadanos judíos conviven tranquilamente… Después hay grupos que minoritarios hacen de este enfrentamiento la causa argentina. La misa fue parte de esa inconveniencia”, dijo Marcó en diálogo con Radio Mitre sobre la grieta que se generó a partir de la política.
“Se convoca para que se rece pero no había una convocatoria oficial, y eso generó mucha confusión”, manifestó. El mismo sábado y frente al presidente Alberto Fernández, que se encontraba encabezando la misa, el arzobispo Scheinig pidió perdón y agregó: “De verdad, lo quiero hacer de corazón, porque tal vez yo no invité… por no querer hacer algo tan importante me equivoqué, metí la pata. Quiero pedir perdón, de verdad. Porque así fue, fue rápido y a veces estas cosas nos superan”.
El jefe del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, fue uno de los cambiemitas que salió al cruce y acusó al Frente de Todos de «haber politizado una misa».