Los hechos fueron denunciados por la madre de la víctima, quien se encontraba separada del denunciado desde hacía siete años. El ahora condenado acostumbraba a buscar a su hija para llevarla a dormir a su casa.
La magistrada le aplicó al hombre la pena de 12 años de prisión efectiva y ordenó que continúe alojado en la cárcel penitenciaria local, al tiempo que dispuso que reciba tratamiento psicoterapéutico por la naturaleza de los hechos por los cuales resultó condenado.
Asimismo, Sanguedolce ordenó que al condenado, que es el padre biológico de la víctima, se le realice un examen de ADN para su incorporación al Banco de Datos Genéticos.
Los hechos ventilados en el juicio ocurrieron en la localidad salteña de Campo Santo, a 47 kilómetros de la capital salteña, y fueron denunciados por la madre de la víctima, quien se encontraba separada del denunciado desde hacía siete años.
En enero pasado, la menor de 13 años le contó a su madre y a sus hermanos mayores que su papá abusaba de ella desde que tenía 10 años.
Los abusos salieron a la luz una noche, cuando la denunciante le recriminó a la víctima el haberse quedado hasta tarde en la plaza del pueblo en el que residía, y para amedrentarla le advirtió que le iba a contar a su papá lo ocurrido.
En ese contexto se generó una discusión y la niña le reveló que su papá abusaba de ella desde hacía tiempo.
El condenado acostumbraba buscar a su hija de 13 años, quien reside junto al resto de su familia en una localidad vecina a Campo Santo, para llevarla a dormir a su casa.
Relato escalofriante
La menor refirió además que se levantaba con dolor de cabeza, mareada y que “le dolía cuando hacía pis”, publica El Tribuno.