Los estudiantes secundarios podrán adeudar muchas materias -que serán denominados «agrupamientos»- y fomenta espacios de refuerzo de aprendizajes para aquellos alumnos más apremiados.
Uno de los cambios urgentes que se introdujo durante la pandemia se mantendrá: las calificaciones numéricas convivirán con El Registro Institucional de Trayectorias Educativas (RITE), que es lo que determinará si una materia está «aprobada» o no, en cada bimestre.
Por otra parte, en lugar de las 13 materias tradicionales del secundario, desde este año pasarán a englobarse en 8 o 9 agrupamientos verticales, que atravesarán los seis años que dura el nivel.
Otro agrupamiento es Ciencias Naturales y allí entran Biología, Física y Química.
Los estudiantes pueden arrastrar agrupamientos -por ejemplo Matemática- pendientes de aprobación durante incluso los primeros tres años de secundaria.
Solo en las escuelas secundarias bonaerenses funcionan 4 mil escuelas y estudian 1.4 millones de chicos, al tiempo que, según cifras oficiales, repiten el año 140 mil estudiantes.
Quizá basado en esa estadística, el Gobierno de Axel Kicillof ve la necesidad de esta reforma.