Cerrar ciclos para avanzar

Por Raimi Rios

Toda nuestra vida se compone de ciclos. Psicológicamente hablando, por ciclos se entienden a los procesos que tienen un inicio, un desarrollo y un final. Por tanto, la vida está formada por muchos de estos procesos; los cuales nos acompañan y nos hacen ser quienes somos.

¿Pero porque nos cuesta tanto cerrar ciclos? El problema es que nuestra mente se queda atrapada en momentos pasados que conforman ciclos a los que ya no deberíamos pertenecer frenando nuestro propio avance y frenando el presente. A todo esto, se le llama apego, que es el vínculo afectivo que nos ata a cosas o personas, en muchas ocasiones sin sentido alguno.

 

No te aferres a lo imposible

No se trata de olvidar, sino de descubrir la evolución dentro de uno mismo para poder seguir avanzando a pesar de la pérdida sufrida. Cuando esto ocurre comenzamos a recordar con cariño, pero no con necesidad, podemos agradecer por lo que fue y no sufrir por lo que ya no es, logramos asimilar la pérdida como una experiencia para crecer y aprender, no como una caída que nos volvió más débiles.

Cerrar ciclos tiene por objetivo no dejar nada pendiente al dejar una etapa y continuar con la siguiente sin cargas, resentimientos, incomodidades o angustias. Al cerrar ciclos podemos identificar los aciertos, donde la experiencia obtenida por ellos va con nosotros; en tanto que lo inconcluso, lo que no terminó de funcionar, se debe dejar atrás con la consciencia de que ya no sirve en nuestra nueva vida.

Por ello muchísimas veces podemos estar buscando algo que no es para nosotros o podemos encontrarnos encerrados en el proceso de esperar cosas que no se terminan de dar; y es que, en este tipo de momentos, por más que deseamos las cosas, tenemos que dejar de aferrarnos a lo imposible y comenzar a buscar nuevas cosas que nos ayuden a progresar a nivel personal.

 

Cerrar Ciclos

Ahora bien, lo importante de cerrar ciclos es que incide de manera directa en lo que se hará en un futuro. Si el ciclo, sea cual sea, permanece abierto, interfiere con el avance personal. Es como dejar una llave que gotea sin repararla y esperar a que esto no incida en el costo económico y ecológico del agua.

Como lo decía Freud, el padre del psicoanálisis, “recordar es la mejor forma de olvidar”, y no se refiere esto a mantener presente siempre las experiencias del pasado o aferrarnos a ellas, sino a la posibilidad de aprender de lo vivido y continuar hacia adelante. Aprender lo que es cerrar ciclos nos lleva a recordar o vivido, a amar, perdonar, aceptar la realidad y a desprendernos totalmente de las cosas que nos atan.

 

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