La ministra de Educación anunció ayer su decisión de no continuar con su candidatura a Jefa de Gobierno. El larretismo sostendrá la postulación de Quirós. Jorge Macri, decidido a competir hasta el final. El enigma Vidal y la puja política entre el ex Presidente y el alcalde porteño.
Hubo dos noticias que ayer resonaron en la política porteña. Ambas refieren al PRO, el partido que gobierna hace 16 años la Ciudad de Buenos Aires y pretende conservar esa hegemonía. La primera fue tan resonante como anunciada: Soledad Acuña, ministra de Educación del distrito, bajó su candidatura a jefa de Gobierno. Lo hizo en un video a través de sus redes sociales. Fue una decisión política que se se había cocinado hacía varios días a fuego lento, con la anuencia de Horacio Rodríguez Larreta, alcalde de CABA y jefe político de la funcionaria. El otro tema fue una declaración de Fernán Quirós, ministro de Salud porteño y el postulante larretista a jefe de Gobierno que sigue en carrera. “El mejor candidato puede que no seamos ni Jorge (Macri) ni yo”, aseveró el médico en diálogo con Radio Con Vos y sorprendió a propios y ajenos. Ambos hechos políticos movieron el avispero electoral de Juntos por el Cambio (JxC) y sembraron una serie de interrogantes.
En el caso de Acuña, en abril el larretismo analizó el escenario político porteño y consideraron que era pertinente discontinuar su postulación. La funcionaria se reunió con Rodríguez Larreta y el jefe de Gobierno le transmitió su decisión. Al mismo tiempo, coordinaron cómo comunicarían el anuncio y el alcalde le manifestó que saldría públicamente a apoyarla. No sólo eso, sino que también sostuvo que desea que la ministra de Educación sea la vicejefa de Gobierno en caso de que JxC se imponga en las próximas elecciones porteñas.