La Organización Mundial de la Salud (OMS) desaconsejó en un comunicado de su página web, el uso de edulcorantes –incluyendo la stevia– como productos para bajar de peso. En rigor, esto es correcto –-es un estudio de 2019– porque no es un adelgazante, per se.
El problema está en el párrafo del comunicado que dice textualmente: “resultados de investigaciones sugieren también que podría haber un potencial efecto indeseado a largo plazo por el uso de endulzantes no azucarados, tales como aumento del riesgo de diabetes 2, enfermedades cardiovasculares y mortalidad en adultos”.