Con pintadas, afiches y la reactivación de las redes sociales del “kicimóvil”, el gobernador bonaerense ratificó su intención de quedarse en la provincia de Buenos Aires. Con Cristina Kirchner fuera de la carrera presidencial, La Cámpora insiste en que él es la mejor opción para los comicios nacionales.
Contra toda proyección, Axel Kicillof se convirtió en el dirigente fuerte del kirchnerismo que se quedó sin figuras de peso. El albertismo quiere plantarle internas en las PASO de la provincia de Buenos Aires y en La Cámpora presionan para que sea candidato a presidente, pero el gobernador mantiene firme su intención de disputar la reelección.
A poco menos de tres meses de las elecciones primarias, con Alberto Fernández y Cristina Kirchner que se bajaron de la carrera por el sillón de Rivadavia y Sergio Massa que no termina de definirse, el kirchnerismo quiere echar mano de su figura con mayor proyección bonaerense, bajo la premisa de que la provincia de Buenos Aires tracciona el mayor caudal de votos para la presidencia.
Sin embargo, el gobernador se resiste. Tras la carta de la Vicepresidenta en la que ratificó que no se presentará en estas elecciones, La Cámpora reactivó el operativo Kicillof 2023, pero el bonaerense respondió con el lanzamiento de su campaña para la reelección en la provincia de Buenos Aires.
Aparecieron pintadas y afiches en las calles y gigantografías sobre las rutas bonaerenses con el slogan “Axel 2023, gobernador”, y en las redes sociales se reactivaron las cuentas del “kicimovil”, el Renault Clío de Carlos Bianco con el que hizo campaña en 2019. Posteos de Kicillof y videos de TikTok confirman que no quiere ceder el espacio.
Cerca del gobernador creen que es el único que puede garantizar la permanencia del Frente de Todos en la provincia de Buenos Aires y que el costo de ir por la presidencia podría significar que quede fuera de juego.