Sin sequía y con mayores exportaciones de energía y minería, en el equipo económico proyectan un superávit comercial en 2024 mayor al del año pasado, lo que permitiría hacer frente a la “herencia” que reciba.
A medida que avanza el calendario electoral y el Gobierno activa diferentes estrategias para sortear las presiones cambiarias en el contexto de la fuerte caída de reservas, crece la discusión por la herencia que recibirá en ese frente la próxima administración.
La lupa de los distintos analistas del mercado y también de los economistas de la oposición se posa no sólo sobre las intervenciones del Banco Central en el mercado cambiario -tanto oficial como financiero y de futuros- sino también en el volumen de la deuda comercial acumulada, cuyo incremento se calcula en USD 12.000 millones desde principios del año pasado.
En ese contexto, comenzó a circular por distintos despachos oficiales un informe en el que se pasa revista al panorama de escasez de divisas que se deberá afrontar hasta fin de año y se delinean las principales proyecciones en materia de disponibilidad de dólares durante el próximo año. El texto, que se asume como una respuesta a las críticas por las recientes medidas dispuestas para extender los plazos de pago de importaciones de distintos sectores -entre ellos, el automotriz y petrolero-, advierte que lejos de la falta de dólares que acucia a la actual gestión económica, el próximo gobierno podrá debutar con un flujo de divisas incluso mayor al del año pasado.
De acuerdo a los cálculos de los funcionarios, la nueva gestión podrá disponer de hasta casi USD 17.000 millones, que este año brillaron por su ausencia, para atender las diferentes necesidades que hayan quedado pendientes dado el contexto actual. Incluso sin hacer ninguna reforma, publicó Infobae.