Pese a que resta el pago de un nuevo incremento y la segunda parte del bono extra, el sindicato insiste en reabrir paritarias. Aseguran que el nuevo acuerdo sería para el período julio, agosto, septiembre.
Si bien todavía no tienen una propuesta concreta para el período julio, agosto, septiembre, se estima que no bajaría del 21 por ciento; es decir, un 7 por ciento mensual.
“Lo que está claro y confirmado es que renovarán por un nuevo trimestre, modalidad que se ha impuesto a fuerza de una inflación que no cesa y que aceptado y avalado por el ministerio de Trabajo”, publica el portal Iprofesional.
Fuentes gremiales aclararon que además del aumento futuro, deberán compensar la pérdida del período anterior. Los mercantiles y los empresarios pactaron un aumento del 19,5 por ciento, que se dividió en tres cuotas: abril, mayo y junio, llevando el básico a unos 220.000 pesos. A esto se debe sumar un bono no remunerativo de 25.000 pesos pagadero en dos tramos, que prácticamente fue liquidado.
Las partes establecieron que para el convenio colectivo de trabajo 130/75 de rama general se debe tomar como base de cálculo los valores expresados para abril de este año, con todos los aumentos oportunamente acordados. Asimismo, se fijó que la mejora se computará en su valor nominal y en tres tramos no acumulativos:
6,5 por ciento en abril (ya se abonó).
6,5 por ciento de mayo (se debe liquidar hasta el 10 de junio).
6,5 por ciento en junio (para julio).
El propio secretario General de la FAECYS, Armando Cavalieri, ya comenzó a dialogar con los representantes de la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC), la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), la Unión de Entidades Comerciales Argentinas (UDECA), con el propósito de sostener el poder adquisitivo para los trabajadores y trabajadoras de la actividad.
Si bien este mes entra en vigencia el último porcentaje de aumento (que se pagará en los primeros días de julio), la dirigencia gremial acelerará las negociaciones en las próximas semanas, aunque para ambas partes será esencial tener los datos inflacionarios que le permita hacer la ecuación entre costo de vida y salarios.
Desde el gremio admiten que «formalmente, las negociaciones deben reabrirse en julio, pero la situación salarial es crítica y debemos acordar una metodología para que no se licúen los aumentos frente a la escalada inflacionaria». En esta línea, Cavalieri remarcó: «La situación económica y la constante suba de precios nos llevó a la discusión de una paritaria corta, lo que nos permite defender el poder adquisitivo de los trabajadores y trabajadoras mercantiles».