El precandidato a vicepresidente por Juntos por el Cambio, Gerardo Morales, advirtió que hay «sectores violentos financiados con recursos públicos» que buscan ejercer «presión sobre el sistema para obtener cada vez más fondos» y aseguró que se trata de una «dictadura de las minorías«.

El gobernador de Jujuy publicó una carta abierta titulada «Por la Argentina de la paz y la verdad» en la que apeló a quienes aspiran a «vivir en una sociedad democrática, libre y plural, con plena vigencia del Estado de Derecho, respeto de las minorías por parte de las mayorías, en un clima de diálogo y cooperación entre las fuerzas políticas, para resolver los problemas de la gente».

En el texto, el titular del Comité Nacional de la UCR apuntó a los «sectores violentos organizados a través de distintos grupos que, disfrazados de organizaciones intermedias de la sociedad, son financiadas con recursos públicos y tienen como finalidad la presión sobre el sistema para obtener cada vez más fondos sin cumplir ningún estándar de transparencia ni rendición de cuentas».

Para Morales esos grupos «despliegan como escudo la defensa de distintas minorías, enhebrando un relato ideológico que les dé justificación y legitimidad política» y señaló que «todo ello se efectúa al amparo del Gobierno nacional del Frente de Todos, que pone como condición para esa entrega de fondos públicos el permanente apoyo a su favor o la persecución y hostigamiento a sus adversarios políticos».

«La perversión más grande es que lo hacen a sabiendas de que su Gobierno es el responsable de una inflación del 140% anual, que ha empujado a millones de argentinos a la pobreza, en un contexto donde al emprendedor y al empresario se lo ve como un enemigo, y en aras de una supuesta distribución del ingreso que mata a la producción y el trabajo con cada vez más impuestos», remarcó Morales.

En relación a esto, el referente opositor apuntó contra los gremios y las organizaciones sociales: «Mientras algunas organizaciones sindicales como la CTA, CTERA y SUTEBA entregan a sus trabajadores, de acuerdo con lo que surge de las últimas paritarias, las llamadas organizaciones sociales kirchneristas llenan las calles de la Ciudad de Buenos Aires y de todo el país».

«Insólitamente, no reclaman el fin de la inflación, ni tampoco un acuerdo económico y social, sino que buscan alterar la paz y el orden intentando estigmatizar a los dirigentes de la oposición como los responsables de los males que sufren los argentinos», sostuvo y agregó: «Prueba de ello es la escena que el kirchnerismo y su mano de obra barata, la extrema izquierda, han intentado montar en Jujuy».

Sobre las protestas en la provincia norteña, el gobernador radical denunció que el oficialismo envió «abogados, funcionarios y agentes de Inteligencia a las comunidades originarias, a intranquilizar y convulsionar a los pueblos con mentiras tales como que la nueva Constitución de Jujuy los despoja de sus tierras y les prohíbe la protesta».

«Vinieron a alterar la paz lograda porque en Jujuy, el Estado Provincial (Poder Ejecutivo, Poder Legislativo y Poder Judicial) no reconoce el corte de calles y de rutas como una modalidad de protesta, sino como un delito«, insistió.

«Este es un nuevo problema de la democracia actual. A los riesgos de los golpes de mercado, ahora se suma otro riesgo, el riesgo del caos. El instrumento para amenazar la democracia de parte de sectores que cabalgan sobre el discurso de la exclusión es el caos», indicó.

En ese sentido, Morales acusó al oficialismo de crear «una nueva e insólita intención de organizar las sociedades: ´La Dictadura de las Minorías´».

«El problema actual de Argentina es el desorden político, el conflicto permanente por el conflicto mismo», manifestó el postulante de Juntos por el Cambio, quien aclaró que hay «dirigentes sociales honestos cumpliendo su tarea para llevar dignidad a los excluidos». Por último subrayó: «Impostores, sepan que seremos la garantía para terminar con la impunidad de la dictadura de las minorías».