Una de las testigos que presenció parte de la secuencia en la que el jubilado Jorge Ríos mató a uno de los delincuentes que entró a robar en su casa del partido de Quilmes denunció hoy ante la Justicia que fue intimidada por uno de los abogados defensores del acusado, quien ejerció «violencia verbal de contenido sexual» cuando fue a la fiscalía a declarar.
Fuentes judiciales informaron que la denuncia fue radicada esta mañana ante la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 8 de Quilmes, especializada en violencia de género, a cargo de Alejandro Ruggeri, y ratificada por la tarde ante el magistrado.
La denunciante, cuya identidad se preserva, está patrocinada por la abogada Valeria Carreras, quien contó que el asedio que su cliente denunció ocurrió el 24 de julio último, cuando se presentó en los tribunales para declarar y se encontró al defensor de Ríos, Marino Cid Aparicio.
«Mientras esperábamos en la sede judicial, Marino Cid se dirige en forma directa al lugar donde yo estaba sentada, y se sienta al lado mío. Me empieza a hablar de temas diversos que no hacían a la causa, me empecé a sentir incomoda y a contestar con monosílabos. En un momento dado, me empieza a preguntar vas a la playa? Qué usas, bikini?’. Mi incomodidad aumentaba y cada vez más sentía el roce de la pierna del abogado. Quería irme, pero era importante mi testimonio», relató la mujer.
Voceros judiciales confirmaron que el abogado denunciado tomó conocimiento de la causa y se puso a derecho.
Siempre según la denuncia el letrado en un momento le mostró en la pantalla de su celular la proyección de un tramo de un video con «sexo explícito, pornografía», al tiempo que le decía “mirá, mirá no seas tonta”.
«Me paré inmediatamente, sentía sudor y tremendas ganas de llorar», relató la testigo, quien dijo que la situación continuó durante su declaración, cuando el abogado se dirigía a ella hablando en «portuñol» y mencionando «las playas de Brasil», lo que incluso llevó a que la auxiliar letrada que tipeaba le pidiera que no haya interrupciones.
La mujer contó que tras esa situación en el juzgado, el 27 de este mes, recibió un llamado del abogado a su teléfono celular con el fin de informarle algo sobre la causa, y que también en esa oportunidad le preguntó si «estaba acostada» y demás cuestiones que la volvieron a incomodar, al punto de ponerse a «llorar»
La abogada de la denunciante dijo que se solicitaron a la fiscalía diversas medidas de prueba, como una pericia al teléfono de Marino Cid y declaraciones de los demás testigos que ese día fueron citados a la fiscalía de Quilmes.
Además aportó una captura de pantalla de la llamada que el abogado le hizo a su clienta el 27 pasado.
«Estamos frente a un caso de violencia verbal de contenido sexual, estamos frente a un abuso psicológico de índole sexual, estamos frente a un caso de atropello, de menosprecio de la mujer», dijo la abogada.
El fiscal Ruggeri calificó a la causa como «Abuso sexual» pero no descarta que pueda sumarle otras calificaciones a medida que se analicen las pruebas que vayan surgiendo de la investigación.
Marino Cid Aparicio es quien junto al abogado Fernando Soto defiende al jubilado Ríos en la causa por el homicidio agravado por el uso del arma del ladrón Franco «Piolo» Moreyra, cometido el 17 de este mes, hecho por el que se encuentra bajo prisión domiciliaria.