Los comercios no esenciales ubicados en avenidas de alta circulación de la Ciudad de Buenos Aires reabrieron hoy sus puertas, con un flujo constante de gente que se acercaba a los locales a preguntar precios y realizar compras.
Se trata de la primera jornada de reapertura de este tipo de comercios, que incluye -con estrictos protocolos- al rubro indumentaria y calzado, en lo que constituye la última fase de la etapa 1 del plan de flexibilización de la cuarentena implementado por el Gobierno porteño.
Según pudo observar Télam durante una recorrida, un flujo constante de gente se acercaba a los locales, ubicado en avenidas de alta circulación, excepto los que se ubican en la avenida Avellaneda (entre la calle Terrada y Bahía Blanca), y en el sector del barrio de Once delimitado por la avenida Rivadavia y las calles Boulogne sur Mer, Lavalle y Larrea.
También quedaron excluidos de la reapertura los locales y centros comerciales ubicados en los centros de trasbordo de Retiro, Constitución, Once y Liniers, según lo pautado por la gestión porteña en el marco de su plan de reaperturas.
Camila y Alejandra atienden una zapatería en la esquina de Cabildo y Juramento, en el barrio porteño de Belgrano. «Abrimos desde hoy y estamos entusiasmadas después de tanto tiempo de estar cerrado. Se vendía por internet y WhatsApp pero el ingreso no es el mismo; necesitábamos que la gente pueda venir y ver los zapatos», contaron.
En cuanto a los protocolos, aclararon: «La gente se puede probar, les damos alcohol en gel para las manos y les damos unas medias descartables, pero no pueden entrar más de dos clientes y tienen que pasar por la alfombra con sanitizante».
Con la apertura de los comercios no esenciales situados en avenidas de alta circulación, a partir de las 11 de la mañana, la Ciudad de Buenos Aires completó hoy la primera fase del plan de flexibilización de actividades.
Ana, que es abogada, fue una de las clientas que se acercó a esa esquina de Belgrano para averiguar por unos zapatos. «Menos mal que abrieron locales, se siente un poco más normal. No es lo mismo comprar por internet», contó.
El Gobierno porteño informó hoy que «para que la actividad comercial fuera posible, se optimizó el espacio público a fin de garantizar el distanciamiento social, evitando conglomeraciones que favorezcan el contagio».
Con ese objetivo, también se agregaron carriles peatonales a las calles, y señalética y demarcaciones en 40 puntos comerciales estratégicos, informó el Ejecutivo porteño.
Guadalupe, empleada en un local de lencería en la avenida Cabildo al 2100 no podía disimular su entusiasmo: «Estoy re contenta de volver a trabajar en el local. Apenas abrimos, ya vino gente a comprar».
Y también explicó cómo es el protocolo para su comercio: «Cuando la persona entra al local le hacemos pisar el trapo con lavandina y le damos alcohol en gel para las manos. No está permitido probarse ni se puede tocar la ropa. Nos señala la prenda y nosotros se la damos ya para llevar».
«La verdad que esta pandemia nos arruinó el año ya, estamos en agosto y nos la pasamos encerrados», se lamentó la joven, de 20 años, que comentó que el local abrirá ahora de 11 a 19 horas.
Los comerciantes esperaban ansiosos esta reapertura ya que, según indicaron desde la Federación de Comercio e Industria de la Ciudad de Buenos Aires (Fecoba), sus ventas (de forma virtual) hasta ahora no superaban el 30 por ciento del volumen habitual, anterior a la llegada de la pandemia.
Sobre todo, esperan poder recuperar con las ventas para el Día del Niño, que se festeja el próximo 16 de agosto.
Guillermo, quien atiende un local de comics en Belgrano, aseguró que tenían «ganas de trabajar, la apertura del local es positiva y necesaria» y agregó: «La semana pasada abrimos para limpiar y la gente venía a preguntarnos cuándo íbamos a abrir».
Sobre cómo será la modalidad de atención, precisó que «se permiten dos personas máximo adentro del local y los clientes no pueden tocar los productos», algo que consideró «una lástima porque antes podían hojear los comics».