María Ibarzabal, del riñón del consultor Santiago Caputo, encabezó ayer una reunión de trabajo para avanzar con los proyectos. La baja en la edad habilitada para votar, descartada, pero sí se propondrá la eliminación de las PASO y la boleta única. Se presentará después del receso de invierno
Tras la sanción de la Ley Bases y del paquete fiscal, que acapararon la discusión parlamentaria en este primer semestre del año, y en medio de la turbulencia del programa económico evidenciada en estas horas por una negativa reacción de los mercados al anuncio del viernes, el Gobierno empezó a trabajar este lunes en el “paquete electoral” que la Casa Rosada apunta a enviar al Congreso después del receso de invierno, urgido por los tiempos que demandan la preparación de la logística de las elecciones de medio término del próximo año.
El domingo, en el inicio de lo que Javier Milei definió como la “fase 2″ de su programa de Gobierno, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, hizo un balance post sanción de la ley de bases y confirmó lo que, semanas atrás, había adelantado este medio: la decisión de avanzar, e intentar consensuar con los aliados, una serie de reformas en materia política y electoral en el tercer trimestre del año.
El puntapié inicial de esa iniciativa tuvo su primera cumbre ayer a media mañana en el primer piso de Casa Rosada: María Ibarzabal Murphy, la principal espada legal del Ejecutivo, cercanísima a Santiago Caputo, cada vez más influyente como su consultor amigo, encabezó un encuentro con menos de media docena de funcionarios de la Jefatura de Gabinete y el Ministerio del Interior para empezar a darle forma al paquete integral que quieren remitir al Parlamento lo antes posible. Fuentes oficiales explicaron, de todos modos, que eso sería recién dentro de aproximadamente un mes y medio, cuando los legisladores ya hayan vuelto a la rutina a tiempo completo, tras el receso invernal.