En diez días comenzará el esquema que reemplazará a los pases del Banco Central. Luis Caputo se reunió con empresas de consumo masivo y les dijo que “no hay razones macroeconómicas para que siga habiendo inflación”
El plan de convergencia de la inflación mensual por debajo del 4,2% mensual que marcó mayo como piso sobrevendrá, según esperan en el Gobierno, empujado por el nuevo programa monetario de eliminación rápida de pesos de la economía que anunció el equipo económico y que dará comienzo dentro de diez días. Luis Caputo, en paralelo, se reunió con empresarios de consumo masivo y les aseguró, por otra parte, que “no hay razones macroeconómicas” para que siga habiendo inflación.
La “seca” monetaria que ejecutará el Banco Central al cerrar la canilla de emisión de intereses de su deuda, proyectan en los despachos oficiales, prepara el terreno para una desaceleración mayor del ritmo de precios. Es, a grandes rasgos, el principal efecto macroeconómico que mencionan en el equipo económico, tendrá el esquema nuevo de eliminación de los pasivos remunerados del Central, que serán reemplazados por una letra fiscal de liquidez a cargo del Ministerio de Economía.
Es un “traslado” de la carga de esos intereses desde un cajón a otro: en lugar de ser pagados por emisión monetaria, serán garantizados por pesos que consiga el Tesoro. Eso lo obligará a tener una disciplina fiscal más firme para evitar dudas sobre su capacidad de pago.
¿Es esperable que este plan haga desacelerar la inflación? “Sí, porque va a haber menos pesos en la economía”, razonó una alta fuente oficial. Un riesgo adicional podría ser, en ese caso, un ahogo sobre la actividad económica. “Hay 14 billones de pesos de pasivos remunerados todavía, solo si monetariamente se acogotara la economía podría sufrir, pero estamos lejos de hacerlo”, continuó.