El Presidente continuó con la escalada retórica contra la ex mandataria y se enfocó en el plano económico. “Saludos Cris, esto es para vos”, comenzó el mandatario y sentenció: “Señora, si quiere hacer críticas, empiece haciendo una autocrítica que le está costando bastante caro al país”
Javier Milei disertó en el IAEF de Mendoza y aprovechó para responderle, una vez más, a Cristina Kirchner, quien este viernes publicó una carta con duras críticas a la gestión libertaria y luego llevó la discusión a las redes sociales, donde ambos dirigentes intercambiaron acusaciones. Durante su alocución, que comenzó con una referencia a la ex vicepresidenta, el jefe de Estado se centró en la parte económica para destacar el rumbo actual de su gestión y exponer lo realizado por CFK y Alberto Fernández.
“Arranco con una frase de la expresidente de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, que dice ‘Argentina es ese extraño lugar en donde hasta lo obvio debe ser explicado’. Así es que, dadas las aberraciones e inconsistencia que tiene su carta de hoy, y todo el daño que le ha causado a la Argentina, bueno, voy a tener que estar explicando cosas obvias. Para Cris. Saludos Cris, esto va para vos”, comenzó, chicanero, el mandatario.
Y continuó: “Si tomo la inflación promedio del primer periodo del régimen kirchnerista, vemos con Néstor Kirchner en la cabeza, la inflación promedio fue del 10%. En el segundo periodo del régimen kirchnerista, es decir, en la primera presidencia de Cristina Fernández de Kirchner, la inflación la hizo saltar al 20% promedio. En el tercer periodo del régimen kirchnerista, o sea, la segunda presidencia de Cristina Fernández de Kirchner, la inflación promedio trepó al 30%. Quizás en el documento que publicó se olvidó de decir que quizás una de sus formas de combatir la inflación era mentirla. Es decir, a nosotros no nos parece que la fórmula es romper el termómetro. Es decir, la fórmula es medir las cosas”.
Cristina Kirchner (Franco Fafasuli)
Luego realizó el mismo razonamiento, pero con la pobreza: “Cuando se espantan tanto por los pobres, de donde la pobreza, tanto llegar a la pobreza como salir a la pobreza no es algo que se genere de manera instantánea. Demanda tiempo, demanda crecimiento económico genuino. Si no es que aparece de un día para el otro porque sí, o desaparece de un día para el otro porque sí. Y entre otras cosas, como les molestaba el índice de pobreza, consideraron que era una medida estigmatizante y decidieron no publicarlo más. Es decir, así claro, así es fácil”.
“Dibujando números debe ser muchísimo más fácil conseguir logros y mostrar mejor las reformas de un gobierno. Bueno, no es la forma que nosotros hemos decidido tomar. Nosotros hemos decidido decir la verdad porque nosotros preferimos decir una verdad incómoda antes que una mentira confortable”, añadió el Presidente.
Y sentenció: “Por lo menos señora, si quiere hacer críticas, empiece haciendo una autocrítica que le está costando bastante caro al país, que es por haber mentido los números”.
Milei volvió a hacer hincapié en la inflación y se refirió al gobierno que lo precedió: “El señor Alberto Fernández, el autócrata golpeador, básicamente se fue con una inflación del 210%, pero eso tampoco refleja la dinámica que había dejado, porque conforme iba avanzando su gobierno la inflación iba avanzando. Y yo recuerdo cuando nosotros ya habíamos ganado las elecciones y estábamos haciendo y ultimando detalles para llegar a la función, durante la primera semana de diciembre los precios crecían a un ritmo diario del 1%, eso puesto en términos anuales”.
Ante esto, el mandatario aprovechó para hablar de la herencia recibida: “Estábamos frente a lo que iba a ser la peor crisis de la historia económica argentina, porque combinaba un sobrante monetario que era el doble de lo que teníamos la previa al rodrigazo, un experimento que implicó la sextuplicación de la tasa de inflación. No solo eso, además teníamos un Banco Central absolutamente quebrado, estaba en una situación aún peor que la que tenía Alfonsina en inicios del año 89, que terminó con una hiper del 5.000% en mayoristas. Además teníamos indicadores sociales peores que los que había en el 2001, por lo tanto estaba todo dado para un desastre. Además teníamos el equivalente de cuatro bases monetarias adentro del banco central, pero en pasivos remunerados que generaban creación de dinero endógeno. Teníamos 90.000 millones de dólares venciendo en pesos, digamos en pesos equivalentes a 90.000 millones de dólares. Teníamos vencimientos de deuda externa por 25.000 millones de dólares, donde la gran parte era con el Fondo Monetario Internacional, pero el programa estaba caído porque el gobierno anterior no había cumplido nada. Por lo tanto la inflación no la generamos nosotros, la generaron estos 20 y pico de años de populismo salvaje”.
En este momento de la disertación, el discurso se volvió más técnico, pero siempre con referencias hacia Cristina Kirchner, como dándole una clase. “Para entender la naturaleza de lo que es la inflación, la inflación es la pérdida del poder adquisitivo del dinero. Es decir, que es una definición claramente distinta que es a la suba generalizada de los precios. Porque si para ustedes la inflación es la pérdida del poder adquisitivo del dinero, significa que hay un problema de exceso de oferta de dinero y el problema está en el banco central. Si ustedes creen que en la suba generalizada de precios van a echarle la culpa a los formadores de precios, es decir, entonces van a hacer controles de precios. Es una herramienta que hace 4.000 años que tenemos evidencia que no funciona”.
“Entonces, ¿cómo es la economía cuando no tiene dinero? Bueno, es la economía del trueque, es decir, se intercambian bienes por bienes. Ahora, si ustedes tienen una economía del trueque, básicamente tienen dos problemas. Uno es el problema de la doble coincidencia. Es decir, ustedes tienen que encontrar a alguien que quiera el bien que ustedes tienen para vender. Pero al mismo tiempo, esa persona tiene que querer el bien que ustedes tienen. Lo cual, evidentemente, plantea un problema enorme que hace que se pierdan un montón de transacciones. Con lo cual, hay un problema enorme. Y el otro problema es el de la invisibilidad. Porque puede ser que yo quiera comer pan, y el panadero de la esquina quiera una charla de economía. Pero el problema es decir cuánto kilo de pan. Obviamente que las que, digamos, previo a ser presidente, dijeron unos cuantos kilos que no podía comérmelos. Entonces, eso no es un problema”, prosiguió.