Los países del G7 condenaron hoy la detención «por motivos políticos» del opositor ruso Alexey Navalny y pidieron su «liberación inmediata e incondicional», así como la de sus partidarios arrestado el sábado durante manifestaciones en toda Rusia.
El grupo de las países más industrializados del mundo integrado por Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido, afirmó estar «unidos en su condena de la detención y el arresto por motivos políticos de Alexey Navalny»,
Navalny, de 44 años, fue envenenado a finales de agosto con una sustancia neurotóxica. Tras una convalecencia de cinco meses en Alemania, regresó a Rusia el 17 de enero, donde fue arrestado apenas llegó a un aeropuerto de Moscú por no cumplir con los términos de una condena en suspenso de 2014.
Para exigir su liberación, miles de personas se manifestaron el sábado en toda Rusia, especialmente en ciudades que no suelen estar muy movilizadas.
Según el recuento de la ONG OVD-Info, se detuvo a casi 3.900 manifestantes y se abrieron unas 15 causas penales, que conllevan fuertes sanciones.
En una declaración conjunta emitida por Londres, que preside este año el G7, los jefes de las diplomacias de las potencias también se declararon «extremadamente preocupados por la detención de miles de manifestantes pacíficos y periodistas» el sábado y pidieron su liberación.
«La represión violenta por parte de la policía del derecho de todos a expresar sus opiniones es inaceptable», afirmó la declaración citada por la agencia de noticias AFP.
«Estos acontecimientos confirman la continua tendencia negativa a reducir el espacio para la oposición, la sociedad civil, los defensores de los derechos humanos y las voces independientes en Rusia», agregó.
«Seguiremos vigilando de cerca la respuesta de Rusia a los llamamientos de la comunidad internacional para que libere a Navalny a los manifestantes y periodistas detenidos arbitrariamente, y para que se lleve a cabo una investigación penal sobre el envenenamiento» del opositor, advirtieron los cancilleres del G7.
Hasta 2014 el G7 era en realidad el G8, ya que Rusia era uno de sus integrantes. Sin embargo, fue excluido del grupo tras haberse anexionado la región de Crimea, que pertenecía a Ucrania.
El opositor ruso acusó desde el primer momento a Valdimir Putin y su Gobierno de envenenarlo, pero el mandatario aseguró que cuando salió del país no tenía rastros de ningún veneno y, por lo tanto, no puede abrir una investigación en Rusia. Además, el Gobierno ruso acusó a Nalvany y a sus aliados internacionales de estar utilizando el tema para crear consenso alrededor de la imposición de nuevas sanciones contra Moscú.
Putin y el flamante presidente de Estados Unidos, Joe Biden, mantuvieron hoy, por primera vez desde que asumió el cargo, una charla telefónica en la que trataron algunos de los temas más relevantes de la agenda bilateral e internacional, entre ellos la detención de Navalny.
Con concreto, Biden expresó su preocupación por el «envenenamiento» del opositor Navalny, a pesar de que Putin no solo ha rechazado en varias ocasiones que Navalny haya sido envenenado en Rusia, sino que acusó a Estados Unidos de injerencia en los asuntos internos del país al acusarlo de fomentar las masivas protestas a favor de la liberación del opositor de los últimos días.