Al menos 130 cohetes fueron disparados el martes contra el área metropolitana de Tel Aviv, donde se concentra la mitad de la población de Israel, desde la franja de Gaza. Esta ofensiva sin precedentes de las milicias palestinas islamistas exacerbó la escalada bélica desencadenada el lunes hasta bordear la guerra abierta. El Ejército ha lanzado operaciones contra más de 140 objetivos palestinos en las que han muerto al menos 30 personas, entre ellas 10 niños, según fuentes sanitarias de la Franja. Más de 480 cohetes palestinos fueron disparados desde el enclave y provocaron la muerte de tres mujeres, dos en Ashkelon y otra al sur de Tel Aviv.
Las alarmas antiaéreas se activaron en la capital económica de Israel y su área metropolitana poco antes de las 21.00 (las 20.00 hora peninsular española), cuando vencía un ultimátum dado por Hamás y la Yihad Islámica para que la aviación israelí dejara de bombardear el enclave de Gaza. Al menos ocho personas resultaron heridas también por la explosión de los proyectiles, en una acción sin parangón desde la Primera Guerra del Golfo en 1991. El aeropuerto internacional David Ben Gurion, puerta de entrada al Estado judío, canceló todas sus operaciones durante más de tres horas
El líder de Hamás, Ismail Haniya, advirtió de que el movimiento islámico no iba a detener las “acciones de resistencia” de la llamada Operación Espada de Jerusalén tras una noche de bombardeos israelíes. El ala militar de Hamás amenazó con dirigir los lanzamientos “hacia los rascacielos de Tel Aviv” si proseguían los bombardeos masivos sobre Gaza. Cumplió su amenaza.