El arzobispo de Munich y Frisinga, el cardenal Reinhard Marx, presentó la renuncia a su cargo por la crisis de abusos en la Iglesia alemana como una forma de «asumir la corresponsabilidad» por los casos de pederastía y con fuertes críticas a los sectores de la Curia «que rechazan cualquier tipo de reforma» para hacer frente a esos delitos.
«La Iglesia en Alemania está atraversando momentos de crisis», planteó Marx en una carta enviada al papa Francisco el 21 de mayo, publicada hoy por la arquidiócesis de Munich, en la que le pidió al pontífice que acepte su dimisión al cargo que ocupaba desde noviembre de 2007.
Según el sitio de la arquidiócesis, la carta fue publicada con permiso expreso del Papa, quien le señaló que «debe continuar su servicio episcopal hasta que tome una decisión».
Por el momento, el Vaticano no ha hecho declaraciones sobre la continuidad o no del cardenal.
«Básicamente, para mí se trata de asumir la corresponsabilidad de la catástrofe del abuso sexual perpetrado por representantes de la Iglesia en las últimas décadas», planteó el purpurado, integrante también del consejo de cardenales asesores del Papa para la reforma de la Iglesia.
Para Marx, además, la situación de la Iglesia universal llegó quizás a un «punto muerto» en el tema abusos, aunque mostró su «esperanza» de que se convierta en un «punto de cambio».
«Las controversias y discusiones más recientes han demostrado que algunos de los representantes de la Iglesia no quieren aceptar esta corresponsabilidad y, por tanto, también la co-culpa de la Institución», lamentó Marx en su carta.
«En consecuencia, rechazan cualquier tipo de reforma e innovación sobre la crisis vinculada al abuso sexual», criticó el cardenal de 67 años y presidente de la Conferencia Episcopal de su país entre 2014 y 2020.
La semana pasada, el Papa había ordenado una investigación en la diócesis alemana de Colonia vinculada a casos de abusos y «encubrimiento sistémico» dentro de la Iglesia local.