El presidente ruso, Vladimir Putin, hizo hoy una defensa de las vacunas contra el coronavirus desarrolladas por Rusia y lamentó las «prohibiciones por motivos políticos» en algunos países, prometió un nuevo plan contra el cambio climático y marcó la tensión con Estados Unidos a dos semanas de reunirse por primera vez cara a cara con su par Joe Biden.
En el Foro Económico Internacional de San Petersburgo, un evento anual que reúne a líderes políticos y empresariales de Rusia y el mundo -este año de manera semivirtual- para hablar de oportunidades económicas en ese país, Putin habló sobre algunos de los principales puntos de su agenda nacional e internacionales.
Uno de sus ejes fue la campaña de vacunación contra el coronavirus en Rusia, el desarrollo de los inmunizantes y su exportación en el mundo.
Rusia cuenta con cuatro vacunas contra la Covid-19 -la Sputnik Light, EpiVacCorona, CoviVac y Sputnik V-, todas aún en desarrollo o a punto de ser aprobadas, excepto la última, que es una de las que se administra hoy en Argentina.
El mismo día que el ente regulador brasileño Anvisa volverá a analizar la posible autorización de Sputnik V y cuando el propio presidente Jair Bolsonaro participó del foro en San Petersburgo, Putin lamentó que lo que consideró «trabas políticas» a la exportación y administración de vacunas «probadas, eficaces y confiables».
«Por desgracia en la lucha contra la pandemia a escala global no hay una ayuda significativa donde debería haber o, algo que en general es absurdo, existen prohibiciones por motivos políticos a la compra de vacunas probadas, eficaces y confiables», aseguró el mandatario, citado por la agencia de noticias rusa Sputnik.
Sostuvo que hasta que no se vacune la mayoría de la población, «no se superará la pandemia» y destacó que «hoy todos los ciudadanos rusos adultos tienen la oportunidad de vacunarse de la manera más cómoda posible, de forma voluntaria y gratuita».
Sin embargo, hasta ahora Rusia administró alrededor de 30 millones de dosis -entre la número uno y la dos de Sputnik V-, un número aún limitado para una población de 146 millones de habitantes.
Otro punto central de su discurso fue su vínculo con las potencias occidentales, tanto Europa como Estados Unidos.
«Rusia no tiene ningún problema con Estados Unidos. Ellos sí tienen uno con nosotros: quieren frenar nuestro desarrollo, y lo dicen públicamente. Todo lo demás deriva de esta posición, tanto las restricciones económicas como los intentos de injerir en los procesos políticos internos de nuestro país», denunció Putin sobre la tensa relación que mantiene con el Gobierno de Joe Biden.
Adelantó que en la cumbre del próximo miércoles 16 en Ginebra, Suiza, donde por primera vez se reunirá con Biden tras su asunción este año, discutirán sobre los acuerdos suspendidos o por renovar el control armamentístico, la pandemia, el cambio climático y los principales conflictos armados en el mundo.
Aunque aseguró que ambos Gobiernos deben «hallar la manera de regularizar la relación» bilateral, le recordó a las potencias europeas que pueden profundizar el vínculo comercial sin la mediación financiera de Estados Unidos y su moneda, el dólar.
«Hace dos horas y media se ha completado con éxito la instalación de la primera línea del gasoducto Nord Stream 2. Por el lado alemán, han llegado las tuberías. En el lado ruso, hay que levantarlas y soldarlas, eso es todo. Pero la instalación en sí está terminada. (La empresa rusa) Gazprom está preparada para llenar de gas el Nord Stream 2», anunció el mandatario en referencia a un proyecto energético que une a su país y parte de Europa central, especialmente Alemania.
El anterior Gobierno estadounidense de Donald Trump había impuesto sanciones a este proyecto, lo que empeoró aún más el vínculo con Alemania y la Unión Europea. Biden decidió levantarlas, aunque sigue resistiendo el gasoducto.
Además de anunciar el avance del proyecto, Putin dijo que está dispuesto «a contemplar la posibilidad de pagos en monedas nacionales»: «El euro es totalmente aceptable para nosotros para pagar el gas. Se puede hacer y de hecho probablemente se hará así.»
Finalmente, Putin también anunció un nuevo plan para luchar contra el cambio climático para Rusia, país que se ubica cuarto en el ranking mundial de emisores de dióxido de carbono.
«En los próximos 30 años, el volumen acumulado de gases de efecto invernadero debe ser más bajo que en Europa», aseguró, y prometió un plan de Gobierno a partir de octubre próximo para recortar el 33% de las emisiones para 2030, comparado con las cifras de 1990.