Un grupo de científicos pertenecientes a los Institutos Nacionales de Salud de los Estados Unidos y del Instituto de Enfermedades Transmisibles de Sudáfrica realizaron un estudio para analizar el nivel de protección que tienen quienes ya tuvieron la infección por el coronavirus frente a las variantes que se avecinan: algunas personas desarrollan una suerte de “super inmunidad”.
El resultado del estudio científico publicado ayer en la revista Science demuestra la variabilidad inmunológica entre las diferentes personas después de haber tenido la enfermedad COVID-19. “La aparición de variantes altamente transmisibles del virus SARS-CoV-2 que son resistentes a los anticuerpos terapéuticos pone de manifiesto la necesidad de seguir descubriendo anticuerpos ampliamente reactivos”, escribieron Nancy Sullivan y John Misasi, científicos del Centro de Investigación de Vacunas, que depende de los Institutos Nacionales de Salud (NIH).
“Identificamos cuatro anticuerpos dirigidos al dominio de unión al receptor procedentes de tres donantes convalecientes de brotes tempranos con una potente actividad neutralizadora contra 23 variantes que incluyen las variantes de preocupación”, señalaron. “Dos anticuerpos son ultrapotentes”, resaltaron. “Definimos los determinantes estructurales y funcionales de la unión de los cuatro anticuerpos dirigidos a las variantes de preocupación, y demostramos que las combinaciones de dos anticuerpos disminuyen la generación in vitro de mutantes de escape, lo que sugiere su potencial para mitigar el desarrollo de resistencia”, afirmaron los autores del trabajo.
Los resultados del estudio publicado “muestran que los anticuerpos neutralizantes altamente potentes con actividad contra las variantes de preocupación estaban presentes en al menos 3 de 4 sujetos recuperados que habían sido infectados con variantes ancestrales del SARS-CoV-2. Habían tenido cuadros leves o moderados de la enfermedad. Según los científicos los resultados “sugieren que estos anticuerpos se generaron en sujetos que controlaron rápidamente su infección y no es probable que se hayan generado debido a la generación de una mutación de escape E484 durante el curso de la enfermedad”. También estiman que “esos anticuerpos representan un medio potencial para lograr tanto la amplitud contra las variantes de preocupación actuales como para mitigar el riesgo contra los que puedan desarrollarse en el futuro”.