Tras cumplir 10 años de trabajo en la fuerza, Pequi fue jubilada con honores. Dónde vive, quién la cuida y cómo se adaptó a su nuevo hogar
“Comandante principal es para informarle que ha finalizado nuestro servicio y esta es la última patrulla de la can Pequi”, se lo escucha decir al cabo Alejandro Maza, del Escuadrón 37 “José de San Martín” de Chubut, a su superior.
Rápidamente, del otro lado del intercomunicador, se oyen unas emotivas palabras de agradecimiento: “Gracias por tus 10 años de servicio, gracias por todo tu arduo trabajo y por cuidar de todos los gendarmes”.
Toda la secuencia del paso a retiro de la labradora quedó registrada en un tierno video que se hizo viral. ¿El motivo? Mientras el cabo modulaba y la acariciaba, la perra no paraba de moverse y le devolvía con arrumacos todo el cariño recibido.
A cuatro meses del hecho, son muchos los usuarios que se preguntan qué fue la vida de la perra, quién la cuida, dónde está y cómo se adaptó a su nueva vida. Para ello, Infobae se contactó con el comandante principal Daniel Recabarren, que es el jefe del Escuadrón donde trabajaba Pequi.
Pequi junto al cabo Alejandro Mazza, su guía en Gendarmería y actual dueño tras su pase a retiro
“Es necesario aclarar que a estos perros no se los sacrifica ni abandona en cualquier lado. Por lo general, quedan al cuidado de sus guías. Y en este caso particular, fue adoptada por el cabo Mazza. Pequi se convirtió en su mascota y estará con él hasta el fin de sus días”, detalló Recabarren.
“La Gorda”, como la apodan cariñosamente, vive junto a los otros dos perros que Mazza tiene en su casa de José de San Martín, la localidad cabecera del departamento chubutense de Tehuelches, de apenas 1600 habitantes, según el último censo.
“Pequi es como una hija para mí y prácticamente vivía conmigo antes del retiro. Así que ya se conocía con sus hermanos perrunos. Uno es Simón, de raza maltés, y el otro es Simba, un callejero rescatado. Sabe cuál es la rutina de la casa, se lleva bárbaro con todos y es súper amigable. Le encanta estar en contacto con la gente”, contó Mazza.
Pequi tiene 10 años y se desempeñaba como perro antinarcóticos de Gendarmería en Chubut
Tras desempeñarse durante una década como perra antinarcóticos, Pequi no termina de entender que ya no tiene que trabajar más. “Cada vez que me levanto a las 5.30 de la mañana para ir al cuartel, ella quiere venir conmigo. Me sigue por toda la casa y se queda mirándome fijo cuando cierro la puerta y ella queda adentro de la casa”, contó el gendarme.
Cuando Mazza no está, la perra queda al cuidado de su mujer. “Se llevan bárbaro ya que fue su adiestradora en Buenos Aires. Pequi nació allá y cuando la perra que teníamos acá falleció por problemas de corazón la designaron a nuestro Escuadrón”, recordó.
Lo curioso es que la labradora ofició como una especie de “celestina” entre ellos. “Mi mujer también es gendarme. La conocí cuando me entregó a Pequi, en 2017. Después ella se quedó a trabajar en José de San Martín y nos casamos”, relató.
Una de las cosas que más le gusta hacer a Pequi es nadar, contó el gendarme que la adoptó como mascota
Hoy, en el hogar que ambos comparten hay una premisa que se cumple a rajatabla: los perros son parte de la familia, comen y duermen a la par de ambos. “Por más que cada uno tiene su camita, terminan durmiendo todos juntos en la habitación. Pequi arriba del sillón y los otros en el borde de la cama”, admitió Mazza.
La labradora es la más inquieta de los tres. “Esto se debe a que fue entrenada a través de juegos para buscar la droga dentro los autos y los equipajes y pretende que le juguemos todo el tiempo. Como necesita descargar energía, la llevamos a correr mientras andamos en bicicleta o a nadar. Le encanta meterse al agua”, afirmó el gendarme.
De hecho, hace menos de un mes, Pequi tuvo la oportunidad de conocer el mar. “Mi mamá falleció y tuvimos que ir a Buenos Aires. Hicimos unos 2.000 kilómetros con las tres perras arriba del auto y una vez que terminamos con todos los trámites nos fuimos a descansar unos días a Las Toninas”, señaló Mazza, quien lleva 16 años en la fuerza y vive desde hace nueve años en Chubut.