El domingo 12 de julio a la noche, Darío Moreyra entró al Hospital Oñativia de Rafael Calzada después de haber sufrido desmayos y dolores en el cuerpo. Dos días después falleció. Su familia reclama que su muerte ocurrió por negligencia de los médicos.
Su hija, Jaquelina Moreyra vive una tragedia a la que hasta hoy no le encuentra explicación: «Apenas llegó al hospital lo hisoparon por síntomas del Covid-19. Nos dijeron que tenía las pulsaciones muy altas y que si mejoraba pronto iba a volver a casa. El lunes esperamos los resultados de los estudios y el martes a las 11 de la mañana cuando fuimos a buscar el parte médico nos dijeron que mi papá falleció a las 8 de la mañana por un paro cardíaco”.
Todo fue muy rápido, el día lunes estuvieron los familiares de Darío Moreyra en el hospital hasta las 21:30 horas, esperando novedades pero no les dijeron nada. No pudieron alcanzarle agua mineral y tampoco un teléfono celular para estar en contacto con él.
Las horas posteriores fueron para Jaquelina aún más traumáticas: «en la medianoche del lunes él se quiso ir a su casa, tuvo un brote psicótico y rompió vidrios. Durante la noche siguió con problemas cardíacos hasta que a las 8:00 horas sufrió un paro. Después de 30 minutos de reanimación no lo pudieron salvar».
En redes sociales también se enteró de que su padre estuvo esposado: “vemos una publicación en Facebook donde se ve a mi papá esposado en el medio de la calle, golpeado. En el hospital nunca nos dijeron que él salió y que la policía lo esposó”.
Por todo esto, los familiares de Darío Moreyra hicieron una denuncia y están citados para mañana miércoles a las 11 de la mañana en la UFI 8 de Lomas de Zamora, piden que se realice una autopsia que determine cuáles fueron las causas de la muerte.