Este jueves, Joe Biden, indicó que él y su esposa Jill recibirán una tercera dosis contra el coronavirus y defendió que su país empiece a administrar más vacunas a personas ya inmunizadas, medida criticada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), por la cantidad de donaciones que hizo a nivel internacional.
«Vamos a recibir las dosis de refuerzo», indicó el Presidente de Estados Unidos en una entrevista al canal ABC News difundida este jueves, en un respaldo al plan anunciado ayer bajo el argumento de que la protección de los inoculantes disminuyen «con el tiempo» y ante el avance de la variante Delta. «Ya es hora», añadió el mandatario, recalcando que él y la primera dama habían recibido la primera dosis a inicios de año.
Estados Unidos anunció que la vacuna de refuerzo estará disponible desde el 20 de septiembre para los estadounidenses que fueron inoculados con los fármacos de Pfizer y Moderna y que recibieron la segunda dosis hace al menos ocho meses.
Las nuevas recomendaciones abogan por priorizar además a trabajadores sanitarios, personas que residen en geriátricos y adultos mayores. Estados Unidos ya administró cerca de 358 millones de dosis, casi cinco veces más que todo el continente africano.
Esta medida es el mayor revés que recibe la exhortación de la OMS a los países ricos para que suspendan sus planes de una terceras dosis y donen esas vacunas a las regiones más atrasadas en sus campañas para lograr la meta de que al menos el 10% de la población de cada Estado esté inmunizada para fin de este año.