Estuvo sobre Tierra del Fuego entre el jueves y el viernes. Venía achicándose pero algo modificó la tendencia. Se trata de un elemento clave en la atmósfera para reducir la intensidad de los rayos UV que ingresan a la Tierra.
Cada año, el agujero de ozono se forma entre agosto y diciembre, lo que lleva a una mayor penetración de rayos UV, que tienen varios efectos nocivos para la salud. Debido a las políticas ambientales aplicadas en el Protocolo de Montreal de 1987, en los años recientes se ha observado una menor severidad en las reducciones de ozono. En 2019, por ejemplo, el agujero midió aproximadamente 6,3 millones de kilómetros cuadrados, su menor extensión desde que se lo midió por primera vez en 1982.
Pese a esta tendencia, el agujero de 2023 podría ser el más grande en ocho años, llegando a medir más de 16 millones de kilómetros cuadrados en agosto, según información del programa Copérnico de la Unión Europea. La disminución del ozono, que es influenciada por una diversidad de elementos químicos y ambientales, ha sido más rápida que en años pasados. No se ha registrado una extensión de este tipo desde el año 2015.
Otra explicación posible está relacionada a los efectos del cambio climático. Debido a que el agujero de ozono está afectado por condiciones meteorológicas, incluso pequeños cambios en la temperatura pueden influir notoriamente en su formación. Según información del Departamento de Ambiente del Reino Unido, el calentamiento global causa bajas temperaturas en la estratósfera, lo que desencadena en menores niveles de ozono, especialmente en zonas polares.
Una imagen de la NASA del estado del agujero de la capa de ozono en octubre de 2022.
De acuerdo al programa Copérnico, el crecimiento del agujero de ozono en 2023 no significa que las medidas ambientales del Protocolo de Montreal no estén funcionando. Al contrario, si no fuera por estas (que incluyen prohibiciones de sustancias como los compuestos clorofluorocarbonados), los efectos observados en 2023 podrían ser mucho peores.
Recomendaciones de salud ante el agujero de ozono
Debido a que hubo un clima nublado cuando el agujero de ozono estuvo sobre el sur de la Patagonia, el efecto de los rayos UV fue reducido. Pese a esto, el SMN pidió a la población que tome precauciones para protegerse de esta radiación que puede causar quemaduras, cataratas, y hasta cáncer de piel.
Entre las recomendaciones está utilizar protector solar, así como sombreros o anteojos protectores, y evitar la luz solar directa cuando sea posible.
Proyecciones de Naciones Unidas sugieren que el agujero de ozono en la Antártida se recuperará totalmente cerca del año 2066.