Alberto Samid recuperó la libertad el 13 de abril, según lo dispuso el Tribunal Oral en lo Penal Económico Nº1. Se encontraba bajo prisión domiciliaria, condenado por asociación ilícita y acusado de evasión impositiva. De eso no quiere hablar demasiado. “Ya lo voy a solucionar”, dice y carga contra la administración de Mauricio Macri. “No soy un preso político, soy un preso opositor. Me hicieron pagar algo que no debía, me hicieron cumplir una condena sin tenerla”, dice.
-¿Cuál es el objetivo del asado por la unidad peronista que organizó?
-Muchas razones. La primera es vernos los peronistas hace tres años que no nos podemos ver, debido a esta enfermedad. Festejamos el primero de mayo, el Día del Trabajador peronista, hacemos un cabildo abierto. Cada uno se expresará sobre qué pasa y qué piensa, porque la mayoría pensamos que nosotros así somos boleta.
-¿Por la elección del año que viene lo dice?
-Sí, somos boleta.
-¿Por qué?
-Porque arriba no hay unidad. Esto es un asado de la unidad y queremos demostrar que desde abajo, la militancia está unida y arriba hay un quilombo bárabaro. Vamos a demostrar que abajo estamos unidos y hacer un cabildo abierto para que todos se expresen y que cada uno dé su opinión.
-¿Cree que el peronismo va a perder la elección del año que viene?
-Sí seguimos así, sí. Uno en una elección puede ganar o perder, pero si en esta elección perdemos la provincia de Buenos Aires y la Nación no volvemos nunca más. Esto lo digo desde una experiencia de una vida de militancia. Va a ser la primera vez que un partido va a tener el 100% del poder. Van a tener las dos Cámaras, la Nación, la provincia de Buenos Aires, el poder mediático y el poder judicial. Al que diga Perón lo van a meter preso. Nunca nadie tuvo tanto poder.
-Pero desde el 2015 al 2019 gobernó Cambiemos en la provincia de Buenos Aires y en la Nación.
-Pero es distinto porque ahora tienen la experiencia. Nos metieron en cana y volvimos, ahora tienen mucha más experiencia. Es más, en la próxima no nos mandan en cana, nos mandan al paredón. Tenemos la obligación de ganar esta elección, hay que dar un vuelco de 180 grados.
-¿Mantiene diálogo con alguien del Gobierno?
-No. Los de arriba cuando están arriba se encierran entre ellos, hablan con quince y no hablan nada más con nadie y no saben realmente lo que pasa. No hablan con la gente y con los pocos que hablan les venden pescado podrido. Estamos muy desilusionados porque nosotros los militantes pintamos las paredes, hacemos la elección, fiscalizamos y después estos tipos no te atienden más el teléfono.
-¿Nadie lo llamó?
-No, no me llamó nadie y yo no llamé a nadie tampoco. Cuando vos estás en un partido y tenés un problema judicial, lo tenés que arreglar vos. No tenés que llamar a nadie porque comprometés. A mí me pusieron cana por militante, por ser muy opositor con Macri. No soy un preso político, soy un preso opositor. Me hicieron pagar algo que no debía, me hicieron cumplir una condena sin tenerla. Estoy como Mauricio Macri que tiene doscientas causas y no tiene condena firme. Yo cumplí la condena sin tenerla. Pero eso son cosas mías que las voy a arreglar.
-¿Y el cabildo abierto del que habla tendrá alguna definición?
-Sí, vamos a elaborar un documento y vamos a decirle a la dirigencia: nosotros los militantes pensamos esto, esto y esto. Se le va a dar el micrófono a cada uno y yo voy a decir algunas cosas porque así cómo estamos somos cartera, ¿viste cómo es?
-¿A quién votaría el año que viene?
-Al que diga que nosotros tenemos que ir a buscar la renta del litio, la pesca, la minería, el petróleo, el gas y dejar tranquilo el campo, ese va ser mi candidato. Hasta ahora no escuche a nadie decir eso.
-¿Qué le parece la gestión de Axel Kicillof en la provincia de Buenos Aires?
-Gracias a Dios es un tipo recontra decente y le va a ir bien. Lo que pasa es que las políticas nacionales no acompañan. Al no ir a buscar los dólares dónde están, el gobierno tiene que emitir, emite inflación y los precios suben.