El dato fue revelado por Francisco Tropepi, ministro a cargo de la embajada de Argentina en Tel Aviv
El conflicto bélico que estalló tras el brutal ataque del grupo terrorista Hamas en Israel generó escenas horripilantes y miles de muertes. Y desde que todo comenzó, hasta el día de hoy, persiste y se agiganta minuto a minuto la preocupación por las 224 personas que fueron secuestradas y permanecen como rehenes en algún lugar de la Franja de Gaza.
En ese contexto, Francisco Tropepi, ministro a cargo de la embajada de Argentina en Israel, hizo público un dato que causa escalofrío: “El rehén más joven es un bebé argentino de tan solo nueve meses. Es muy duro hablar de temas tan dolorosos”.
El gobierno argentino trabaja en estrecha colaboración con las autoridades israelíes para encontrar una solución al delicado caso del menor argentino. Aunque no se ofrecieron detalles específicos sobre las medidas en curso, se aseguró que la situación es una prioridad para ambos países.
La información se conoció a partir de una entrevista que el funcionario le dio a la agencia judía de noticias Vis a Vis, en la que repasó datos que reflejan la tragedia que sacude a la sociedad israelí desde el 7 de octubre pasado, cuando el grupo Hamas se infiltró y asesinó con métodos de tortura inauditos a jóvenes, ancianos e incluso menores de edad de la población civil.
“Israel tiene más de 1.400 fallecidos (9 son argentinos) y cerca de 5.400 heridos, en su gran mayoría civiles. Hubo 309 caídos de soldados de las Fuerzas de Defensa y 58 oficiales de la Policía”, detalló el encargado de la embajada de Argentina en Tel Aviv.
Además, Tropepi precisó que entre las 224 personas secuestradas y rehenes de Hamás y Jihad Islámica hay más de 30 menores de edad. Y sumó un dato inquietante: “Hay unas 200 personas que permanecen con paradero desconocido”.
“Israel es un país chico y la mayoría de la población se ha visto afectada de forma directa con el ataque terrorista y con lo que vino después”, describió el funcionario argentino.
En cuanto al día a día, relató: “Hemos tenido que refugiarnos casi todos los días desde el 7 de octubre, casi siempre varias veces por día. Los que viven en el sur de Tel Aviv más que los que vivimos en la zona de la Embajada en Herzliya”.
“Hemos tenido que interrumpir conversaciones con autoridades argentinas por tener que salir corriendo a refugiarnos. Desde un punto de vista psicológico y emocional, es todo un desafío lograr mantener el foco en el trabajo y contener a nuestras familias, colegas y amigos en un contexto que exige una máxima alerta constante”, describió.