El hecho ocurrió en una vivienda situada en la calle 9, entre 156 y 157, justo sobre el límite del casco urbano de la ciudad y muy cerca de una zona de descampados. El incendio comenzó cerca de las 23.30 horas del lunes, aunque todavía no se determinó en qué lugar del domicilio. Lo cierto es que los dos padres de la familia pudieron salvar su vida, pero los cuatro menores quedaron atrapados entre las llamas y el humo. Un tío de las víctimas aseguró que hubo una explosión y el fuego se propagó de manera “muy veloz”.
“Yo estaba acostado viendo tele. Escuché griteríos y explosiones. Pensaba que habían entrado a robar, pero no fue así. Fui corriendo por las escaleras y ahí me encuentro el fuego consumiendo toda la casa. Los chicos estaban gritando, pedían auxilio, desesperados”, relató Hugo, el tío de las víctimas.
“Atiné a hacer algo y cuando el fuego estaba muy avanzado y trataba de poder hacer algo para ayudar, abro la puerta con una piedra y la fuerza de la explosión por la presión del fuego me tiró para afuera y me quemó toda la espalda”, completó ante varios medios que se presentaron en el lugar. El hombre afirmó que la familia que sufrió el incendio había pasado el fin de semana largo en la Costa Atlántica y que todas las habitaciones se encontraban en la planta alta de la vivienda.
“Los padres tenían la habitación en el fondo y los chicos adelante. Para mí que los agarró durmiendo. El incendio fue muy rápido. Cuando yo subí estaban en la ventana de la pieza de ellos pidiendo ayuda a los gritos. Esa imagen no se me puede borrar. Los padres estaban en su pieza del fondo y tampoco podían ayudarlos, no sé cómo salieron ellos”, describió el familiar en medio de la angustia.