El candidato demócrata Joe Biden tomó hoy la delantera en el recuento de votos en Pensilvania y Georgia y quedó aún más cerca de convertirse en presidente electo de Estados Unidos tras una histórica elección contra el actual mandatario Donald Trump.
Sin embargo, el equipo de campaña de Trump dejó en claro en un comunicado que no reconocerá un potencial triunfo de Biden, que «esta elección aún no terminó» y que, cuando concluya el recuento, el republicano «será reelecto».
La campaña del senador y exvicepresidente demócrata respondió casi de inmediato con otro comunicado.
«Estas elección será decidida por el pueblo estadounidense. Y el Gobierno de Estados Unidos es perfectamente capaz de sacar escoltados a intrusos de la Casa Blanca», dijo Andrew Bates, vocero de la campaña de Biden.
Escrutado el 95% en su estado natal de Pensilvania, Biden pasó hoy al frente con 6.737 votos más que Trump, luego de haber llegado a tener una desventaja inicial de más de 600.000 sufragios.
En Georgia, escrutado el 99% de los votos, Biden aventajó también hoy a Trump y ahora lo supera por 917 votos en ese estado históricamente republicano, según cifras oficiales citadas por las cadenas Fox News y CNN.
Trump necesita sí o sí los 16 votos electorales de Gerogia y los 20 de Pensilvania para mantener vivas sus esperanzas de ser reelecto tras los comicios del martes pasado.
La Presidencia se definirá en Pensilvania y Georgia y otros dos estados competitivos, donde aún sigue el escrutinio y donde todavía no fue proyectado un ganador por los medios de Estados Unidos.
Biden está a seis electores de los 270 que otorgan la mayoría, así que será presidente electo si gana cualquiera de esos estados, entre los que se incluyen además Carolina del Norte, donde Trump iba al frente, y Nevada, donde estaba primero el demócrata.
El repunte de Biden en Georgia y Pensilvania comenzó cuando se empezaron a computar los millones de votos llegados por vía postal, un terreno en el que los demócratas han dominado históricamente.
Trump, que ha denunciado fraude y recurrido a la Justicia para frenar el recuento en varios estados decisivos, insistió ayer falsamente desde la Casa Blanca con que los votos que fueron emitidos antes o durante la elección, pero contados después, son «votos ilegales».
«No podemos aceptar una elección robada, esto va a terminar en un desastre», dijo el mandatario, de 74 años.
En una breve declaración, Biden, de 77 años, volvió a mostrarse ayer confiado en su victoria, aunque pidió paciencia a sus seguidores.