Un grupo de sicarios y paramilitares colombianos ingresó a Bolivia en octubre del año pasado con planes para atentar contra la vida del entonces candidato a la presidencia y actual mandatario Luis Arce, en complicidad con policías, militares y dirigentes locales, entre ellos un exministro del Gobierno de facto de Jeanine Áñez, denunció hoy el Gobierno.
El plan, que no se llevó a cabo por razones no del todo claras, fue revelado a periodistas por el ministro de Gobierno de Bolivia, que presentó un informe que detalla ingresos, movimientos y reuniones del grupo, en el que había mercenarios que después tuvieron roles claves en el asesinato, en julio de este año, del entonces presidente de Haití, Jovenal Moise.
«Según la investigación, los paramilitares llegaron el 16 de octubre del pasado año, es decir, dos días antes de las elecciones generales, en las que Arce ganó con el 55,1% de intención de voto, y se retiraron dos días después», explicó el ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, en conferencia de prensa.
El informe atribuye un rol central en el armado del grupo de sicarios y paramilitares a Luis Fernando López, el exministro de Defensa de Áñez, que llegó a la Presidencia tras el golpe de Estado de sectores políticos de derecha, militares y policiales contra el expresidente Evo Morales, del gobernante partido de izquierda Movimiento al Socialismo (MAS), de Arce, en noviembre de 2019.
«Las llamadas telefónicas y los correos electrónicos filtrados, en donde se discute el despliegue masivo de mercenarios durante las elecciones, revelan que Bolivia pudo haber visto un nuevo derramamiento de sangre en 2020», dijo Del Castillo.