El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, defendió la criminalización legal del comunismo, al repudiar la apología del nazismo realizada esta semana en un famoso programa de las plataformas digitales por el conductor y el diputado neoliberal Kim Kataguiri, un exbolsonarista aliado al exjuez y candidato presidencial Sérgio Moro.
Bolsonaro demoró dos días en intervenir en la polémica nacional involucrando a Kataguiri y al conductor, conocido como Monark, del programa Flow, quienes defendieron que Brasil deba tener un partido nazi legalizado como parte de la libertad de expresión, incluso pese a que su presencia implicaría una amenaza para la comunidad judía.
El mandatario aprovechó la condena al nazismo para compararla con el comunismo, una de las ideologías con las que se enfrentó en la Segunda Guerra Mundial, y apoyar el proyecto de su hijo, el diputado Eduardo Bolsonaro, para hacer ilegal al comunismo en Brasil y a los partidos que usan ese nombre.
«Es nuestro deseo que otras organizaciones que promueven ideologías que defienden el antisemitismo, la división de personas en razas o clases y que también diezmaron millones de inocentes en todo el mundo, como el comunismo, sea alcanzada y combatida por nuetras leyes», dijo Bolsonaro en un texto divulgado por sus redes sociales.
Bolsonaro dijo que el nazismo «debe ser repudiado en forma irrestrica, permantente y sin reparos que permitan su reflorecimiento, así como cualquiera otra ideología totalitaria que ponga en riesgo derechos fundamentales como el derecho a la vida y la libertad».