Más de 700.000 personas murieron por coronavirus en Estados Unidos desde el inicio de la pandemia, según datos de la Universidad Johns Hopkins, una cifra que equivale aproximadamente a la población de la ciudad de Washington.
En términos absolutos, Estados Unidos es el país del mundo con mayor número de víctimas de esta pandemia, por delante de Brasil, con más de 596.000 fallecidos, India, con más de 448.000 muertos y México, con 277.000 muertos.
La vacunación iniciada en diciembre alcanzó su mayor velocidad en abril, con unos cuatro millones de dosis administradas por día, pero se desaceleró considerablemente en los últimos meses. En este momento, un 64% de la población estadounidense, es decir 215 millones de personas, recibió al menos una dosis de las tres vacunas autorizadas, según los datos oficiales.
Pese a la transmisión comunitaria de la variante Delta, considerada más contagiosa, el uso de mascarillas y la inoculación siguen siendo objeto de debate político y dividen a los estadounidenses.
Varios gobernadores republicanos, como los de Texas y Florida, quisieron prohibir la obligación de usar los tapabocas basándose en el respeto a las libertades individuales. En cambio, en California, un estado gobernado por los demócratas, se anunció este viernes la inmunización obligatoria de todos los estudiantes.